La mayoría de niños no duermen toda la noche seguida, se despiertan varias veces. ¿Por qué?, porqué es lo normal. Otra cosa es, ¿qué hacéis los padres (y el niño) cuando se despierta?
Si esos despertares nocturnos interfieren de forma importante con el descanso de los padres, y del niño, hay que ver la causa y poner solución.
Es poco realista pretender que los niños duerman toda la noche de un tirón (aunque parece ser que los niños de los demás sí lo hacen). Lo que tenéis que preguntaros es si esos despertares son un problema para vosotros.
¿Por qué se despierta un niño por la noche?
Los despertares nocturnos son normales, los tenemos los adultos también. Pero cuándo esos despertares se convierten en un problema casi siempre es porque no se ha establecido una buena rutina del sueño.
«La causa más frecuente de despertares nocturnos es la falta de una buena rutina del sueño»
Si para vosotros es un problema y queréis saber cómo solucionarlo, seguid leyendo.
Los niños tienen un patrón de sueño diferente a los adultos, que va cambiando a lo largo de la infancia. El bebé de pocos meses se puede despertar casi cada hora, porqué tienen ciclos del sueño muy cortos. Entre los 5 y 9 meses de edad, va cambiando el patrón de sueño; y lo que es más importante, el niño empieza a establecer el hábito del sueño, una rutina para dormir.
Para que un niño adquiera un buen hábito para dormir necesita una rutina: baño, cena, dientes, cuento, cuna, dormir. En esa rutina la clave es lo que hace en el momento de quedarse dormido. Es normal que un niño de un año tenga unos 4-5 despertares por la noche, pero suelen ser superficiales, y muchas veces se vuelve a dormir enseguida. Pero si en el momento de quedarse dormido al principio de la noche, lo hace mientras está al brazo, o moviéndolo en el carrito, o viendo la TV,… puede que necesite recrear ese momento de transición al sueño para volverse a dormir. Es decir necesita brazo, carrito,… si no, no es capaz de dormirse.
Pasa algo parecido cuándo el niño asocia comer y dormir. Al despertarse por la noche, tendrá que tomar, aunque no tenga hambre, para volverse a dormir. Esto es algo que puede ser totalmente normal, y que no siempre hay que cambiar. En este artículo sobre lactancia y sueño, os lo explico.
Otras causas frecuentes de despertares nocturnos:
Aun existiendo un hábito del sueño en el que el niño es autónomo para dormirse, pueden haber otros motivos que hagan que se despierte «mucho» por la noche, y demande atención.
- Ansiedad de separación de los padres, de la madre sobre todo, que suele ser máxima entre los 15 y 24 meses de edad.
- La fase del «pequeño adolescente», alrededor de los 2 años, en la que el niño está afirmando su personalidad y se opone a todo. Podéis leer más sobre esta fase en este artículo.
- Hiperexcitación. Juegos y actividades demasiado excitantes a última hora de la tarde. Actualmente, el uso y abuso de pantallitas (móvil, tablet,…) se está relacionando con alteraciones del sueño. Las pantallas produce una excitación cerebral que propicia un sueño más intranquilo con más despertares, sueños, pesadillas…
- Cansancio excesivo. A veces, para que duerma mejor por la noche, no se le deja dormir siesta, va a piscina, se le acuesta más tarde,… lo que sea para cansarlo. Y sorpresa, no solo no duerme mejor, sino que suele dormir peor. Los niños necesitan su siesta. Y si bien el cansancio físico puede ayudar, un cansancio excesivo puede impedir un buen sueño.
- Estrés emocional por haber iniciado la guardería, por la llegada de un hermanito,…
- Miedos, sobre todo en los más mayorcitos.
- Dolor y molestias. Molestias de la dentición (siempre hay controversia sobre cuantas molestias causan los dientes), o problemas de salud como reflujo gastroesofágico, alergia alimentaria, congestión, dificultad para respirar, apneas del sueño, los llamados «dolores del crecimiento«,…
Si os parece que los despertares nocturnos se deben a una causa física, debéis consultar con el pediatra.
Las familias que hacen colecho no se libran tampoco de los despertares nocturnos, aunque suele tener otros matices.
¿Cómo mejorar la situación?
En el caso más frecuente, que es la falta de una buena rutina del sueño, lo primero que debéis plantearos es si realmente queréis cambiar algo, porque no siempre es fácil. Cambiar una rutina requiere determinación, planificación y esfuerzo. Y los padres a veces estáis demasiado cansados para eso. Si el niño ya es más mayor puede ser bastante más difícil.
Pero si realmente está afectando seriamente a vuestro descanso, debéis hacer algo. Un niño necesita unos padres descansados y de buen humor.
El motivo y la manera de los despertares nocturnos tienen tantas variables que cada familia va a tener que encontrar la manera de mejorar su caso concreto. Pero en general, lo más importante, como enfatiza la guía del sueño de la Academia Americana de Pediatría, es establecer una buena rutina del sueño.
Para establecer un buen hábito del sueño, se puede optar por enseñarle a dormirse de forma autónoma, o por hacer colecho. No hay una forma «mejor» que otra, es una decisión de cada familia, siempre que se haga con amor y respeto, y sin perder de vista que el objetivo es que toda la familia, madre, padre e hijo/s, tengan un sueño aceptable.
Podéis leer como establecer una rutina del sueño en el artículo «el sueño de los niños (2): ¿qué hacemos?»
¿Cuándo dormirá toda la noche si decidimos no hacer nada?
Todos los niños acaban durmiendo sin el concurso de los padres, aunque pueden pasar varios años.
Se puede optar por no hacer nada, aceptar la situación y tratar de disfrutar de esos momentos en medio de la noche acariciando o acunando a vuestro hijo.
Es vuestra elección.
Si vuestro hijo se despierta mucho por la noche, y queréis hacerme una consulta podéis hacerlo en la plataforma de la Consulta Online
Fuente principal de información:
Sleep: What Every Parent Needs to Know, R. Moon. American Academy of Pediatrics, 2nd Ed. 2013.