El colecho, dormir en la misma cama los padres con su bebé, parece una práctica en boga. Pero, ¿es adecuado para cualquier niño?, ¿es mejor el colecho a que el bebé duerma en su cuna?, ¿es seguro?
Pues, como suele suceder no hay una respuesta sencilla a estas preguntas.
Cada vez veo en la consulta más padres interesados en el colecho.
El colecho puede que se la forma «natural» de dormir las familias y los grupos tribales desde la prehistoria,… pero llevamos siglos huyendo de «lo natural». Bien para algunas cosas, no tan bien para otras.
Si queréis hacer colecho os animo a informaros bien y entonces decidid que es lo que mejor va a vuestra familia.
Vayamos por partes. A la hora de plantearse la forma de dormir del bebé hay que tener en cuenta tres aspectos:
- La calidad del sueño, del niño y de los padres.
- El vínculo afectivo y el desarrollo emocional del bebé.
- La seguridad.
Empezamos por la calidad del sueño. ¿Qué es mejor?
Primero os cuento lo que veo en el día a día.
Pues en general no hay una forma mejor que otra. Depende de familias. De cómo son los padres, de sus expectativas previas, de cómo abordan el tema del sueño del bebé, y del temperamento del bebé.
Para empezar los padres debéis estar bastante convencidos de lo que queréis hacer. Hacer colecho porque habéis leído que es «lo mejor», pero sin creéroslo puede que no funcione, y acabéis durmiendo todos regular o mal.
Si hacéis lo que se llama «colecho reactivo»: colecho para ver si así vuestro bebé duerme «mejor», puede que funcione o puede que no…
Por ejemplo, para bebés con temperamento activo-intenso el colecho puede ser la mejor opción de sueño. Pero no siempre es así. Depende de la actitud de los padres, de si quieren a su bebé en la cama o si simplemente lo aceptan en su cama.
Para algunas madres, y padres, el colecho parece un fin en sí mismo. Y no lo es. Al hacer colecho, como en cualquier otra forma de dormir, de lo que se trata es de que toda (subrayo toda) la familia duerma decentemente.
Y, ¿qué dice la ciencia al respecto?
Pues, sorpresa!
Lo que dicen algunos estudios serios es que la calidad del sueño del niño y de los padres es mejor,-mayor duración del mismo y menos despertares-, cuando el niño duerme de forma independiente en su cuna, o incluso cuando a partir de los 6 meses duerme en otra habitación (Ver referencias al final).
Si vamos al detalle de estos estudios se pueden matizar muchas cosas: hay bastante variabilidad de unas familias a otras, pueden haber muchos factores de confusión, como las características culturales y sociales de las familias, las expectativas de los padres,…
Pero los resultados ahí están.
Se puede incluso argumentar que el que duerman «peor» todos, con más despertares, puede que sea «bueno»,… (quizá en tiempos en que había que estar más alerta por los depredadores, por la tribu enemiga,…), o incluso ese «peor» dormir ayude a prevenir la Muerte Súbita, al estar más alerta los padres, y despertarse más el bebé… Pero aún no tenemos datos concluyentes. (Para las referencias id al final del artículo).
El aspecto emocional y del vínculo.
En la llamada «crianza con apego» (término que no me gusta, porque creo que toda crianza es con apego, si no, no es crianza ni es nada), parece que el colecho es la única forma «admisible» de dormir. Pero si el niño o los padres no duermen bien, ese teórico beneficio emocional y ese vínculo se pueden resentir bastante.
Primero porque un niño necesita una madre razonablemente descansada. Y segundo porque si la calidad del sueño no es buena, puede repercutir en el desarrollo cognitivo y emocional del niño.
¿Qué dice aquí la ciencia?
Pues este es un punto muy difícil de valorar con objetividad. Hay estudios con resultados dispares. En el desarrollo cognitivo y emocional influyen muchos factores difíciles de separar, y las emociones, actitudes de los padres y sus acciones en relación al sueño del hijo se condicionan de forma recíproca. (Para muy interesados en el tema, recomiendo la lectura de este artículo de revisión: Parenting and infant sleep. Sleep Medicine Reviews. 2010 April; 14 (2): 89-96)
Por ejemplo los padres que hacen colecho suelen (subrayo lo de suelen) tener una mayor «sensibilidad» para atender el desarrollo afectivo y emocional del bebé, lo cual no solo lo manifiestan en el tema sueño, si no en muchas otros aspectos del día a día.
Otro ejemplo de posible factor de confusión: el colecho favorece la lactancia materna, conocido y demostrado factor que favorece el desarrollo cognitivo y emocional…
O sea que no es tan fácil.
En mi opinión,-y sólo es mi opinión de ver muchas familias y niños durante años-, el vínculo y el desarrollo emocional del bebé viene en gran parte condicionado por cómo se relaciona la madre, y el padre, con su hijo en los múltiples aspectos de la crianza del día a día. El sueño es sólo uno de ellos.
Unos padres con actitud cariñosa, atenta y respetuosa con su hijo van a contribuir a crear ese vínculo y ese desarrollo emocional, hagan colecho o no.
Por último, tenemos el tema muy importante de la seguridad del colecho.
La principal preocupación es la posibilidad de que el colecho, durmiendo en la misma cama que los padres, se asocie a la muerte súbita del lactante, o muerte asociada al sueño, sobre todo en los menores de 6 meses. Pero por otro lado, se ha visto una disminución de la Muerte Súbita si el niño duerme cerca de la cama de los padres. Resalto lo de «cerca» porque ahora paso a poneros lo que dicen las sociedades científicas al respecto.
Un documento de consenso del Comité de Lactancia Materna y del Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil, de la Asociación Española de Pediatría hace las siguientes recomendaciones:
«Es importante que los padres estén informados sobre ciertas circunstancias que puede acarrear mayor riesgo para los niños si se practica el colecho, principalmente entre los menores de 6 meses de edad …»
- La forma más segura de dormir para los lactantes menores de 6 meses es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres….
- La lactancia materna tiene efecto protector de la Muerte Súbita, y por otro lado el colecho favorece la lactancia materna, pero también se considera un factor que aumenta el riesgo de la Muerte Súbita; por lo que no se recomienda [el colecho] en:
- Lactantes menores de 3 meses
- Prematuros y bajo peso al nacimiento
- Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes
- Situaciones de cansancio extremo (como el posparto inmediato).
- Colecho sobre superficies blandas, colchones de agua, edredones, almohadones, sofá, sillones,
- Compartir cama con otros niños, o múltiples personas,
De forma parecida se expresa la Academia Americana de Pediatría, que desaconseja el colecho para cualquier bebé, porque no lo considera suficientemente seguro, pero enfatizando que el colecho puede ser más peligroso en ciertas situaciones, similares a las que señala la AEP.
La AAP también recomienda compartir habitación con los padres el primer año, en principio también por motivos de seguridad,-ayudaría a prevenir el Síndrome de Muerte Súbita del lactante-; en una cuna adosada a la cama de los padres o en una cuna independiente, pero NO en la misma cama.
(A la vista de algunos estudios recientes, como el estudio INSIGHT, la AAP puede replantearse esta recomendación de compartir habitación hasta el año de edad).
Con todo esto hay que decir que la Muerte Súbita Infantil es algo bastante infrecuente, pero para estos organismos, -como no podía ser de otra manera-, la seguridad es lo más importante.
Este es un tema que puede generar bastante debate.
Después de informar de todo esto, muchas madres me preguntan: «y ¿tú qué recomiendas?»
Pues en este tema me gusta llegar a una respuesta «personalizada», según los deseos de los padres, el temperamento del bebé, y que no existan factores de riesgo.
Y sobre todo, valorar que todos, hijo/s y padres tengan una calidad de sueño aceptable.
La posición más honesta es decir que faltan estudios concluyentes en ciertos aspectos del colecho. Y que:
«hoy por hoy, con ciertas medidas de prudencia, el colecho puede ser una opción para algunas familias. Pero no para todas.»
Lectura importante para los padres: «Cómo mantener seguro a su bebé cuando duerme: explicamos la política de la AAP»
*Fuentes de información y referencias:
Sobre seguridad:
Sobre calidad del sueño y funcionamiento familiar:
Mother-Infant Room-Sharing and Sleep Outcomes in the INSIGHT Study. Pediatrics. June 2017
Are there Long-term Consequences of Room-Sharing During Infancy? Pediatrics. 2017 July; 140 (1)
Parenting and infant sleep. Sleep Medicine Reviews. 2010 April; 14 (2): 89-96
Sleep location and parent-perceived sleep outcomes in older infants. Sleep Med. 2017 Nov; 39:1-7