Los celos ante la llegada de un hermanito parecen algo negativo. Pero forman parte del aprendizaje emocional del niño. Puede ser una buena oportunidad para que los padres le ayudéis en ese aprendizaje.
De hecho la actitud de los padres ante los celos es fundamental para que los supere y para la armonía familiar.
Si antes de nacer el nuevo miembro de la familia no le habéis explicado casi nada a vuestro hijo casi mejor. Porqué de haberlo hecho, le habréis contado que tener un hermanito es algo fenomenal. Que va a ser divertido, que va a tener un compañero, que podrá jugar con él, etc. Y cuando nace, vuestro hijo se encuentra con una «cosa» que llora, mama, duerme,… Pero sobre todo, y esto es ya «intolerable», le roba mucho tiempo y atención a su madre.
Un niño de 6 años lo puede entender y racionalizar, pero uno de 3 años no. Va a tener que pasar un tiempo para que lo acepte. Vuestro hijo va a tener que enfrentarse a diversas emociones, como resentimiento, tristeza, rabia, frustración,… y aprender a manejarse con ellas. Todas emociones que etiquetamos como «negativas», pero que son parte de nuestro ser. Es más, es muy importante aprender a manejar estas emociones. Forma parte del desarrollo emocional.
Va ser una buena oportunidad para educar su inteligencia emocional. Aprovechadla.
¿Qué podéis hacer para ayudarle en esta fase de celos?
Para empezar, intentad no agobiaros. Mantened la calma en todo momento y armaos de paciencia.
Tanto la madre como el padre deben involucrarse en esta tarea, porque vuestro hijo os necesita a ambos, pero la madre es la que va a tener que emplearse más a fondo. Por razones puramente biológicas el vínculo del apego se establece de forma especial entre el niño y su madre, más aún si ha tomado pecho. Y este vínculo es el que el niño ve «amenazado» con la llegada de un hermanito.
4 Claves para ayudarle a superar los celos:
- Hacedle partícipe. Es más, decidle que le necesitáis. Que ayude todo lo que pueda, según su edad y sus habilidades. Hacedlo como sugerencia, no como obligación: «¿te apetece que bañemos juntos a …?» en vez de «vamos a bañar a…». El tono como lo decís es importante, que no sea imperativo; que sea como que necesitáis su ayuda. Para hacerlo más interesante, se puede ligar a una actividad que a vuestro hijo le guste: «¿te apetece que bañemos juntos a…? Y luego jugamos a pintar»
- Dedicadle tiempo. Sobre todo la madre. Es recomendable que la madre dedique al mayor un tiempo cada día en exclusiva. Tiempo en el que el hermanito no debe estar presente, y que no se puede interrumpir por nada. Bajar al parque con él, o sentarse a hacer un puzle juntos,… Escoged una actividad que sepáis que le gusta. Debéis anunciárselo y explicarle que le dedicáis ese tiempo para él solo. Da lo mismo cuanto, pero un tiempo en exclusiva.
- Anímale a que exprese lo que siente respecto al hermanito. Ayúdale a encontrar las palabras que definen sus emociones. No lo censures aunque diga una barbaridad,… trata de entenderle y hacérsela ver (esto es educar con inteligencia emocional: conectar cerebro emocional con cerebro racional). Esta es una tarea para ambos, la madre y el padre.
- Aumentad las demostraciones de cariño: abrazadle más, dadle más besos, decidle que le queréis todas las veces que haga falta. Decídselo y demostrádselo, sobre todo con el punto 2.
El objetivo es que vuestro hijo sienta que le queréis y que le necesitáis.
Otros consejos:
- Enseñadle lo que puede hacer con el hermanito: acariciarle, darle un besito, mecerlo suavemente en su cunita,… Y explicadle lo que NO puede hacer: tirarle cosas, apretarlo demasiado,… Supervisa que hace cuando está con el hermanito. Si va a hacerle alguna trastada, impídelo y distráelo. Pero no le riñas todo el rato. Una sucesión de «no» en relación al hermanito lleva a un mayor resentimiento, y a que se porte peor.
- Mientras das de mamar al bebé, puedes leerle un cuento al mayor, o ver algo que le guste en la TV,… Así no ve el tiempo de mamar como algo exclusivo del hermanito.
- Enseñadle que él también fue un bebé y necesitaba todo ese tiempo y toda esa atención.
- Cuando vengan las visitas a ver al nuevo recién nacido, que le hagan caso al mayor también.
Lo que no hay que hacer:
- Forzarle a que te ayude con el hermanito si no quiere. Forzarle a darle besitos si no quiere.
- Evitar frases como: «no grites que el bebé está durmiendo»; «ahora no podemos ir al parque porque tu hermanito va a mamar»… En su lugar, anticipa algo bueno para él: en cuanto cambie al bebé, en 10 minutos, iremos al parque; o después de bañar JUNTOS al bebé, leeremos un cuento,…
- Prestarle atención solo cuando se porta mal. Es un error bastante típico. El bebé recién llegado acapara tanto tu atención, que le haces muy poco caso al mayor cuando está tranquilo, jugando,… Pero cuando hace alguna trastada o se porta mal, enseguida le riñes (que es una forma de atención). Así, pronto aprende que la forma de llamar tu atención es «portarse mal».
- No le comparéis nunca con el hermano. Aunque sea en cosas banales, tipo «tú eras menos llorón…»
Todos los niños pasan por una fase de celos cuando llega un hermanito. Algunos se lo toman muy mal y otros apenas les afecta. El temperamento del niño influye en ello. Pero la mayoría de niños lo acaban superando sin problemas. Contad con que puede haber una regresión en la conducta. Volver a coger el chupete, no querer hacer pis en el WC, querer volver a «su cuna»,… Tendrá más rabietas. Es normal. Tened paciencia y no forcéis la situación.
La llegada de un hermanito es sin duda un cambio importante para vuestro hijo. Pero a la larga es un cambio positivo. Entendedle y ayudadle.
Si tenéis dudas sobre cómo manejar los celos de vuestro hijo podéis consultarme en mi Consulta Online
Lectura adicional:
«Cómo preparar a su familia para un nuevo bebé», de la web de la AAP para familias.