La leche es el alimento primordial del bebé hasta los 6 meses, es muy importante hasta el año de edad, … ¿y después qué?
¿Por qué es conveniente seguir tomando leche?, ¿es la leche de vaca tan mala como «se dice»?
Parece que está de moda acusar a la leche de muchos problemas de salud, pero ¿qué hay de cierto en ello?… Es verdad que ningún mamífero toma leche más allá del período de la lactancia, pero tampoco ningún mamífero «toma» aceite de oliva, o come paella,…
Si no tienes mucho tiempo para seguir leyendo, quédate con este resumen:
En el niño que no tiene una alergia o una intolerancia, la leche es un buen alimento en el marco de una dieta variada saludable.
Y por otro lado, dejar de tomar lácteos, y optar por alternativas, tipo bebidas vegetales (de soja,…), no parece más saludable. Depende también, de como es el resto de la alimentación.
Para empezar, ¿qué aporta la leche?
La leche es el alimento natural óptimo para el desarrollo del bebé en los primeros meses, y si es la leche de la propia madre mucho mejor. Por lo tanto la lactancia materna es muy recomendable como alimento exclusivo durante los 6 primeros meses, y si es posible, mantenerla hasta los 2 años (o más) acompañando a otros alimentos.
La leche es un alimento de fácil digestión y asimilación de nutrientes por parte del tubo digestivo del bebé y hasta los 3-4 primeros años de vida, sobre todo.
La leche es un alimento nutricionalmente interesante: tiene una baja densidad calórica, y una cantidad bastante equilibrada de proteínas, hidratos de carbono (azúcares) y grasas. La concentración y tipo de estos nutrientes son diferentes en cada especie. Por eso la leche de vaca no es apta para alimentar a bebés humanos menores de 12 meses. Las leches de fórmula para bebés, se preparan a partir de leche de vaca, pero se modifican para que «se parezcan», en cuanto a composición de nutrientes básicos, a la leche humana.
La leche, y los lácteos, aportan además otros elementos, como vitaminas y minerales; y entre ellos el calcio es fundamental. La leche aporta una gran cantidad de calcio; calcio que es de fácil absorción en asociación con la caseína (una de las proteínas de la leche) y la lactosa (el azúcar principal de la leche).
¿Por qué es tan importante el calcio?
El calcio es el componente principal de los huesos y de los dientes. La mayor formación del esqueleto se produce en los primeros años y en la pubertad, por lo que en estos períodos es fundamental el aporte de calcio.
Se ha visto en algunos estudios que un consumo adecuado de lácteos se asocia a menos caries, y mayor densidad ósea (menos osteoporosis) en adultos (esto último no lo corroboran todos los estudios). Y no hay que olvidar que ahora vivimos muchos más años que hace siglos.
Es cierto, no obstante, que otros alimentos también tienen calcio, y en personas con una alimentación vegana bien llevada no parecen tener problemas con el calcio.
En resumen:
- La leche materna humana es el alimento óptimo para el bebé humano. Las leches de fórmula cumplen esta función bastante bien cuando la lactancia materna no es posible.
- La leche y los lácteos son una fuente nutricional de alto valor biológico, y sobre todo de calcio, por lo que es recomendable a cualquier edad.
- La leche es de fácil obtención y barata.
Después del período de lactancia la leche no sería «imprescindible». Digamos que después del año de edad no sería imprescindible, aunque puede que sí conveniente hasta los 2-3 años. No obstante, como ya he comentado, niños con alimentación vegana no la precisan, o bien, niños con con alergia a las proteínas de la leche de vaca pueden estar perfectamente nutridos, aunque deben adaptar algunas cosas de su alimentación.
¿Qué cantidad de leche o lácteos debe tomar un niño?
Aunque parezca increíble, no hay un consenso entre diferentes organismos o sociedades científicas. Y las diferentes cifras que dan oscilan entre 300 y 750 ml al día (entre leche y derivados).
Desde un punto de vista práctico: una cantidad razonable sería entre 2 y 3 raciones de lácteo al día, para el niño a partir de los 12-14 meses.
Por raciones se entiende:
- Leche: 200-250 ml
- Yogur: 125 gr
- Queso: unos 30-40 gr
No os pongo otros lácteos, tipo natillas, batidos,… porqué no son recomendables para consumo habitual porque suelen llevar bastantes azúcares añadidos. Insisto, lácteos azucarados sólo para consumo ocasional.
Para elegir un yogur saludable, os recomiendo este artículo: «Yogur, cómo elegir el más sano para tu hijo»
¿Y si no toma nada de lácteos?
Pues en principio nada, como ya os he explicado, no son imprescindibles. Qué podéis hacer es ese caso, os lo explico en detalle aquí: «No quiere leche. ¿Qué hacemos?»
Ahora vayamos a la parte «polémica»: «… pero hemos leído en internet que la leche de vaca produce diabetes, asma, mocos, autismo, cáncer,… ¿Es cierto todo esto que se dice?»
Existe un gran interés por descubrir la relación entre la leche y como puede influir en el desarrollo de enfermedades, o en la prevención de las mismas. Y esto es aplicable a la alimentación en general. Pero no es fácil, además de leche, consumimos muchas otras cosas y nuestro estilo de vida incluye muchos otros aspectos que pueden influir, e influyen, en el desarrollo de enfermedades y problemas de salud.
Los seres humanos empezamos a consumir leche de otros animales cuando nos convertimos en ganaderos (hace unos 10-12.000 años), y las culturas y la población humana derivadas de aquellos ganaderos, que es gran parte de la población occidental actual, no solo no están «más enfermas», sino que han prosperado bastante bien durante milenios.
Ahora veamos algunos de estos posibles efectos perjudiciales que se le atribuyen:
«Los niños más mayores ya no toleran la lactosa*»
Esto es verdad sólo en parte. En las llamadas razas caucasianas (occidentales) se estima que un 10-20 % (según zonas y estudios), pierden la capacidad de digerir la lactosa, y ello puede producir unos síntomas. Si quieres saber sobre la intolerancia a la lactosa pincha aquí.
Pero la mayoría de la población se ha beneficiado durante milenios de una fuente de nutrientes fácil de obtener y barata.
En África y en Asia el porcentaje de adultos que no toleran la lactosa es mucho más alto.
«La leche produce mocos»
No. La leche de vaca no produce mocos. Y dicho sea de paso, los mocos en si no son perjudiciales, los niños pequeños están casi siempre con mocos, pero por otros motivos. Y en verano no suelen tener mocos, aunque sigan tomando leche.
Otra cosa diferente es que en el niño con alergia a alguna proteína de la leche, como manifestación de esa alergia, tenga rinitis (moqueo nasal, congestión,…), u otro síntoma de alergia. Pero eso sería en el niño alérgico.
«La leche produce asma»
Lo mismo que en la respuesta anterior. En el niño alérgico a las proteínas de leche, como manifestación de esa alergia, además de otros síntomas se puede manifestar como asma. Pero igual que si es alérgico a los ácaros del polvo, o un polen,…
«La leche de vaca es la causa del aumento de las enfermedades occidentales: diabetes, cáncer, hipertensión,…»
En internet hay mucha información de supuestos «expertos» que afirman con tal rotundidad y «certeza» que la leche produce esto y lo otro, que hasta pueden resultar «convincentes». Pero esa misma rotundidad los hace sospechosos, y casi siempre es porque intentan «vender» algo (su «fórmula» para la salud, productos «naturales», …). La diferencia con cualquier artículo científico es que éste será mucho más cauto al afirmar o negar la relación de la leche con algo, tanto sea perjudicial o beneficioso. ¿Por qué? Pues porque, en cualquiera de estas enfermedades (diabetes, cáncer,…) para que se produzcan suelen ser necesarios varios factores. Casi siempre hay una predisposición genética, y una serie de factores ambientales, entre los que está la alimentación. Y no sólo consumimos leche (o no la consumimos), si no que comemos muchas más cosas, y también pueden influir otros factores de nuestro «estilo de vida».
Por ejemplo, algunos estudios parecen demostrar que el consumo de lácteos en adultos «protege» de cáncer de colon. Pero aun así, los verdaderos expertos en nutrición no lo aseguran de forma tajante, porque se piensa que también pueden influir otros factores y hacen falta más estudios para confirmarlo.
Para complicar más aún la cosa, no todas las leches de vaca son iguales, puede variar su composición dependiendo de la raza de la vaca, como se cría, qué come, cuándo y cómo se extrae la leche, cómo se procesa ésta,…
«Leche de vaca y autismo»
No se sabe qué causa del autismo. Existe una predisposición genética, y seguramente una serie de factores ambientales lo «desencadenen». No existe ninguna evidencia que la leche produzca autismo. Sí que se ha visto en algún estudio una cierta mejoría de alguno de los rasgos autistas en algunos niños diagnosticados de autismo al retirar los lácteos de su dieta. Pero eso no quiere decir que la leche de vaca lo cause.
En conclusión, el consumo de leche es para la mayoría de los niños mucho más beneficioso que perjudicial. Pero si crees que tu hijo no tolera bien la leche o tiene algún problema de salud concreto, consulta con tu pediatra
Algunas fuentes de información:
Kid’s Healthy Eating Plate. The Nutrition Source. Harvard School of Public Health
Calcium and Milk. The Nutrition Source. Harvard School of Public Health.