El niño que se porta mal puede generar mucha tensión en la familia; pero no se puede corregir de cualquier manera. Requiere un esfuerzo por parte de los padres. Hace falta entender al niño, y plantearse con serenidad que comportamiento hay que corregir y que conducta simplemente ignorar.
Si no habéis leído la primera parte de este artículo, empezad por ahí. Es necesario que sepáis porque «se porta mal» vuestro hijo y establecer una estrategia. La estrategia se basa en tres pilares:
- Refuerzo positivo
- Poner límites
- Modelo de los padres