El desarrollo psicomotor de las habilidades del bebé es, junto con la alimentación, lo que más preocupa a los padres. ¿Qué es normal y qué no lo es?, ¿cuáles serían las señales para preocuparse?
El bebé va adquiriendo habilidades motoras, de lenguaje y sociales como consecuencia de su desarrollo neurológico (aumento de las conexiones neuronales, mielinización,…) y los estímulos físicos, sensoriales y afectivos que recibe.
Aunque casi todos los bebés humanos siguen unos tiempos y un patrón parecidos, cada niño es diferente.
Así que, empecemos por desmentir algunas ideas erróneas: las fechas no son exactas. Un bebé no «tiene que» sentarse a los 6 meses, o «tiene que» andar a los 13 meses. Tampoco tiene tu bebé que empezar a hablar a la misma que edad que su prima,…
En el desarrollo psicomotor hay muchas variaciones individuales. Las edades que se supone que se sientan, andan o dicen algunas palabras los niños son promedios, basados en estudios con muchos niños; pero el rango en que puede suceder un hecho del desarrollo psicomotor es muy amplio. Es más, es difícil definir una línea que separe lo «normal» de lo «anormal».
Las diferentes escalas y pruebas que hay para evaluar el desarrollo psicomotor, son una guía para detectar lo que se desvía bastante de lo que hace la mayoría de los niños. Estas escalas valoran lo que hace un niño en diferentes áreas: motora, lenguaje o social. Actualmente se tiende a realizar esa evaluación usando escalas globales, en las que se valora el desarrollo psicomotor y el desarrollo de la conducta y el comportamiento del niño. Las escalas más utilizadas son la de Denver-II y la de Bailey. Y en nuestro medio la escala de Haizea-LLevant.
Una sola valoración en un momento puntual puede tener poco valor. Un retraso en un solo aspecto o habilidad tampoco suele tener importancia.
Es importante valorar cada niño en conjunto, que cosas hace en las diferentes áreas del desarrollo (motor, lenguaje, y social), cómo las hace, y también valorar su evolución.
Los pediatras con años de práctica, no solemos aplicar estas escalas a rajatabla, y más bien se valora el desarrollo psicomotor del niño desde que entra por la puerta de la consulta hasta que sale, junto con algunas preguntas que hacemos a los padres.
La información que aportáis los padres es fundamental. Para afinar más esta información, hay escalas específicas para rellenar por los padres (para aquellos interesados en ellas se pueden visitar las webs de las dos más utilizadas: Ages and Stages Questionnaires, y PEDS,…)
¿Por qué es importante valorar el desarrollo psicomotor?
Porque la detección temprana de algún problema permite actuar y corregirlo mejor. Pero siempre hay que ser muy cautos en la valoración e interpretación de estas escalas, porque se puede crear mucha angustia a los padres ante pequeñas desviaciones de la normalidad. Ningún niño que falla o tiene un cierto retraso en una sola habilidad es un retraso psicomotor, y la mayoría de veces, son «fallos» transitorios y que se suelen corregir solos.
¿Qué podéis observar los padres en vuestros hijos en cuanto al desarrollo psicomotor?
Pasad tiempo con vuestro bebé, jugar con él, y en todas las acciones que hacéis con él (darle de comer, cambiarlo, hablarle,…), podréis observar que hace y que no hace, cómo reacciona ante diversos estímulos, y además le proporcionaréis estimulación física y afectiva.
Para saber más sobre que podéis observar en vuestro bebé y cómo interaccionar con él podéis ver los artículos sobre estimulación del bebé: en los primeros meses, entre los 5 y 10 meses, a partir del año de edad.
¿Qué señales son motivo para que consultéis al pediatra?
Ojo, estas señales no indican que sea anormal o haya un problema. Solamente son un aviso. En el caso de que aparezca alguna de estas señales debéis consultar al pediatra.
- A los 3 meses no sonríe en respuesta a estímulos, no reacciona a la voz o los sonidos, no mantiene la cabeza erguida, o no fija nada la mirada.
- A los 5 meses tiene las manos cerradas todo el tiempo, no sigue objetos con la mirada, o no hace intención de coger objetos.
- A los 6 meses no balbucea y no muestra interés por el entorno.
- A los 9 meses no se mantiene sentado, no parlotea.
- A los 10 meses no emite bisílabos («tata…», «papa…»), no se voltea, o no se cambia objetos de mano.
- A los 12 meses no se mantiene de pie (cogido a algo), parece que no presta atención, o no intenta comunicarse de alguna forma.
- A los 15 meses no anda con apoyo, no usa la pinza pulgar-índice para coger objetos pequeños.
- A los 18 meses no anda, no dice 2 o 3 palabras con significado (papa, mama, agua,…), o no imita gestos o acciones (decir adiós,…).
- A los 24 meses no sube escalones con apoyo, no usa la palabra «no».
Insisto, cualquiera de esas «señales» no quieren decir que haya un retraso psicomotor o un problema del desarrollo, pero sí que habrá que valorar cuidadosamente a ese niño y hacer un seguimiento.
Fuentes principales de información:
Developmental and Behavioral Pediatrics de la American Academy of Pediatrics (2011)
The Normal Child (Illingworth RS, 9 th Edition, Livingstone)
Más información para padres:
Web Familia y Salud: Información para padres sobre desarrollo de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.