Llega un momento que un lactante va a tomar otras cosas además de la leche: es lo que se llama alimentación complementaria.
Para ello dos premisas importantes:
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Como ya su nombre indica, es complementaria. La leche va a seguir siendo su principal alimento.
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En esta fase los padres os fijáis mucho en que darle comer y cuanto tiene que comer,… (y en que el hijo de los vecinos tiene la misma edad y fíjate ya todo lo que come). Pero lo verdaderamente importante es abordar la introducción de alimentos con naturalidad, respetando los tiempos del bebé, de forma que éste desarrolle una relación natural con el acto de comer*.
Tenéis una versión más actualizada sobre este tema en este artículo: Alimentación del bebé en 2018, ¿es más difícil hacerlo bien ahora?
Si habéis buscado información antes de comenzar con las papillas, o habéis preguntado a más de un pediatra, estaréis confusos porque hay mucha información aparentemente contradictoria. A veces lo es, pero menos de lo que parece cuando se va a lo esencial.
Acabáis pensando: «… cada uno dice una cosa. No hay quien se aclare…». Y para acabar de ayudaros están los comentarios de amigos o vecinos: «¡Cómo!…¿Aún no come papillas?», y el nefasto comentario: «¿aún le das pecho?»…; «… pues el mío ya come bocadillos de jamón».
Con la alimentación complementaria el tipo de alimento con el que se empieza, la secuencia con la que se introducen, el horario de comidas y como se le va dando, tiene en general más que ver con motivos culturales y de costumbres que de evidencia científica, con algunas pocas excepciones que explico más abajo. Y por otro lado, cada niñ@ es diferente y hay que adaptarse a su desarrollo y necesidades. No hay que ser rígidos. Las siguientes son sólo recomendaciones generales. Insisto, en niños concretos pueden ser bastante variables.
PREGUNTAS CLAVE:
¿Cuándo comenzar?
- Si está tomando lactancia materna exclusiva, se recomienda empezar a los 6 meses.
- Si está con lactancia artificial se puede comenzar entre los 4 y 6 meses. Aquí ya depende del desarrollo y de las necesidades de cada niño. (2018: la tendencia de esta recomendación es comenzar también a los 6 meses aunque estén con biberón)
- El motivo de esta edad de comienzo y esta distinción entre lactancia materna y artificial, sí que tiene base científica. Según los conocimientos de nutrición actuales a partir de los 6 meses la leche, aun siendo lo más importante, no aportaría las cantidades óptimas de todos los nutrientes, por lo que se recomienda ir añadiendo otros alimentos que los vayan aportando. La diferencia con la lactancia materna, es que ésta tiene más nutrientes y más optimizados para el bebé humano, por lo que por sí misma cubre las necesidades hasta los 6 meses (es posible que incluso más allá), aunque se ha visto en varios estudios que niños con lactancia materna exclusiva a partir de los 6 meses pueden desarrollar un déficit de hierro.
¿Con que alimento se empieza?
- Da un poco lo mismo, pero basándome en la experiencia de lo que funciona en muchos niños, suelo recomendar:
- Si está con lactancia materna exclusiva, como estos bebés suelen rechazar la tetina, se puede comenzar con papilla de fruta, generalmente después de ofrecerle el pecho. Pero se puede empezar por puré de verduras y carne, o cereales.
- Si está con lactancia artificial, parece lógico ponérselo fácil y comenzar por algo que no suponga un gran cambio: añadir cereales (al principio sin gluten) a la leche, en una o dos de las tomas día. Tras varios días se puede hacer una papilla de cereales (Adenda Julio/2017: ya no se considera necesario la «clásica» papilla de cereales para bebés, como explico aquí) y probar con la cuchara.
¿Cómo seguir?
- Pues también da lo mismo. Como orientación:
- En los bebés con lactancia materna, como se recomienda introducir el gluten a los 6-7 meses, comenzar a darle algo de cereales (preparados con la propia leche materna, o añadidos a la fruta), y ya más adelante introducir las verduras y carne. En cualquier toma de papilla se puede ofrecer además pecho, si la madre puede o quiere.
- Si está con lactancia artificial, se suele seguir con la papilla de frutas, o con el puré de verduras y carne.
- Con cada alimento o papilla nueva que se le ofrece se deben esperar unos días y observar como la acepta y si aparece alguna reacción (la vomita, le da diarrea, etc.).
MUY IMPORTANTE: ¿Qué pasa si no quiere las papillas?
- NADA. No pasa nada. No es obligatorio que un niño de 8 meses coma papilla de cereales, o de frutas, o de carne y verduras,… Algunos lo hacen, pero la leche sigue siendo el alimento principal, y no pasa nada porque no quiera comer otras cosas.
- NUNCA FORZAR. No hay que obligarle, se deben respetar los tiempos del lactante. Cada niñ@ es diferente. Muchos niños que luego «no comen» o «comen mal» se generan en esta fase por forzar la situación* (yo diría incluso que se generan ya antes con los horarios y las tomas rígidos…).
¿Qué cantidad tiene que tomar?
- La que el bebé quiera*. Insisto, cada lactante es diferente no hay una cantidad que tenga que tomar. Es posible que algún tipo de papilla le guste más y tome más cantidad, y otro tipo de papilla menos y tome menos… Además el propio niño va a ir cambiando lo que le gusta, y por tanto va a ir variando las cantidades que come.
- Si no quiere una papilla y no come nada o casi nada, no pasa nada, se le ofrece leche (pecho o biberón según el caso) y ya está.
¿Qué horario?
- En principio da igual el horario y que tipo de alimento se da en cada comida (esta es una cuestión más bien cultural).
- Si se establece un horario es por motivos prácticos, la mayoría de madres y/o padres tienen otras muchas cosas que hacer, así que es mejor tener un cierto horario para organizarse, pero se puede ser bastante flexible. A mi modo de ver, esta flexibilidad funciona en ambos sentidos: los padres se pueden adaptar a las necesidades del niño, y éste también se puede acoplar un poco a los horarios de los padres.
¿Triturados o comida a trocitos? («papillas no, papillas sí»)
- Se suele empezar por triturado y dárselo con cuchara; pero NO hay que forzarle.
- A algunos niños les puede gustar más una papilla con la cuchara, y otros preferir comida en trocitos (blandita) que pueden aplastar con las encías y la lengua. A muchos les puede gustar ambas cosas.
- A partir de los 9-10 meses sí que es conveniente darle comida a trocitos para que la vayan «masticando» con las encías, y para que vayan distinguiendo texturas y los sabores de cada alimento.
¿Qué límites con cierta evidencia científica se conocen?
- Gluten no antes de los 4-5 meses. La edad ideal para introducir el gluten está en continuo estudio y revisión, según los conocimientos actuales parece ser que lo ideal sería empezar a los 6 meses (y si está tomando lactancia materna mejor) y no retrasarlo más allá de los 7 meses.
- No añadir sal antes de los 12 meses. Los riñones del bebe menor de 12 meses no pueden aún manejar ciertas cantidades de cloruro sódico.
- Se sigue recomendando a partir de los 6 meses un mínimo de 500 ml de leche al día (cuentan también los yogures y otros lácteos). Si el niño toma lactancia materna no importaría que no se sepa la cantidad que toma, pues los nutrientes de la leche materna se asimilan mejor (tiene una mayor biodisponibilidad), por lo que con menos cantidad cubriría las necesidades.
- Leche de vaca no antes del año de edad.
- Verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, …) no antes de los 12 meses. Estas verduras tienen muchos Nitratos, que pueden causar un tipo de anemia poco frecuente en niños menores de 1 año.
- Miel cruda no en menores de 1 año, por el riesgo de que tenga una bacteria, el Clostridium Botulinum, que a partir del año de edad el ácido del estómago ya sería capaz de destruirla.
- Pescado azul grande antes de los 2-3 años. Estos peces (emperador o atún) son depredadores y viven mucho tiempo por lo que pueden acumular metales pesados (Plomo, Mercurio).
- Huevo crudo no antes de los 2 años (riesgo de Salmonella).
- Frutos secos enteros no antes de los 4 años, por el riesgo de ahogamiento.
- No es necesario esperar con los alimentos más alergénicos a después del año. Hasta no hace mucho parece que con los alimentos que pueden producir más alergias, como melocotón, clara de huevo,… habría que esperar a los 12 meses de edad; pero NO hay evidencia que ese retraso disminuya la aparición de alergias alimentarias. En algunos estudios se sugiere incluso que introducirlos antes en pequeñas cantidades (pero nunca antes de los 4-5 meses) podría evitar precisamente esa alergia. En el desarrollo de una alergia existe un componente importante de predisposición individual y otros factores ambientales que pueden influir, por eso es tan difícil establecer recomendaciones generales.
- No acostumbrarlo a sabores demasiado dulces ni demasiado salados. Interfieren con la aceptación de sabores distintos.
Hay una modalidad en la introducción de la alimentación complementaria llamada Baby-Led Weaning que consiste básicamente en ir dejando al alcance del bebé alimentos que puede comer y dejar que él se los vaya llevando a la boca y experimentando. De esta manera el niño más o menos dirige que va comiendo, y se autorregula mejor el apetito y la saciedad.
(*) Para un próximo artículo dejo el tema de todos esos niños que «no comen», y como esa actitud hacia la comida se genera en gran parte en esta fase de introducción de la alimentación complementaria.