«Ahora resulta que las papillas son malas», me comentó una madre en la consulta el otro día. Con la «moda» del «Baby Led Weaning» (BLW) cada vez son más las madres que me preguntan por ello, si soy partidario o no, qué es mejor para el bebé,…
Vayamos al principio, antes de perdernos en el debate de papillas sí, papillas no. De lo que estamos hablando es de alimentación complementaria. La alimentación complementaria es cuándo al bebé se le ofrece otros alimentos además de la leche. Subrayo lo de complementaria: complementa, NO sustituye la lactancia. Y subrayo lo de ofrece, NO se la tiene que comer.
El objetivo de la alimentación complementaria es que a la larga el niño acabe comiendo lo que los padres coméis. Para ello tenéis bastantes meses por delante.
Lo que hay que tener claro en la alimentación complementaria, sea con papillas o con trocitos de comida, son estos dos principios:
- Lo verdaderamente importante es abordar la introducción de alimentos con naturalidad, respetando el apetito y los tiempos del bebé, de forma que éste desarrolle una relación natural con el acto de comer.
- Éste es un período de transición en el que la nutrición la proporciona en su mayor parte la leche,- materna preferiblemente. Progresivamente irán ganando importancia nutricional los otros alimentos que le ofrezcáis. No os pongo edades ni plazos porque depende de cada niño.
«Lo verdaderamente importante es abordar la introducción de alimentos con naturalidad, respetando el apetito y los tiempos del bebé, de forma que éste desarrolle una relación natural con el acto de comer.»
El modo como se aborda la alimentación complementaria es un tema sobre todo educativo. Un bebé de 9 meses no tiene que comer variado, tiene que ir aprendiendo a comer con naturalidad lo que comerá con su familia dentro de unos meses.
Es más, si se hace bien es la mejor manera de que acabe comiendo sano y variado. Importante para evitar el «niño malcomedor», el «niño comedor selectivo», el rechazo a alimentos, etc.
Una vez tenemos claro que la nutrición la proporciona la leche, y que de lo que se trata es que el bebé aprenda a comer con naturalidad,
¿Qué es mejor papillas o BLW?
Pues como muchas cosas en crianza puede que no haya una respuesta válida para todos. Depende de niños y familias.
En mi experiencia,
- Lo importante es entender los 2 principios que he puesto arriba.
- Muchos bebés van bien con lo que sea, papillas o no papillas.
- Unos bebés van mejor si son ellos mismos los que manipulan los trocitos de comida (BLW).
- Otros bebés no muestran interés alguno por la comida, o por «masticar» y tragarse comida sólida. Aunque esto también tiene que ver con su madurez y con la actitud de los padres al respecto.
- Las papillas y comer sólido NO son incompatibles. Conozco muchos niños que maman, que han comenzado con alguna papilla a los 6 meses, pero a los 8 ya está comiendo trozos de comida también, sin ningún problema.
La actitud de los padres respecto a la comida es lo más importante, coman papillas o hagan BLW.
Lo que pasa es que en la «filosofía» del BLW está el mantener la lactancia y el respetar el apetito y los tiempos madurativos del bebé. Difícilmente se le puede embutir una judía verde entera a un bebé si no la quiere. Pero esa papilla que con tanto cariño ha preparado la abuela es mucho más fácil metérsela como sea hasta que se la termine,…
El BLW no es una moda nueva, en realidad lo «moderno» (de los últimos 80-90 años) son las papillas. El BLW es lo que se ha hecho históricamente («del pit al plat»: «del pecho al plato»), y a mi modo de ver es el más lógico y natural. Pero el BLW también puede tener sus inconvenientes; hay que saber cómo hacerlo bien. Os lo explico en el siguiente artículo.
En mi opinión, es bueno que los padres conozcáis las dos opciones y adoptéis la que os parezca mejor para vuestro hijo.
Si ya de entrada estáis convencidos del BLW id al siguiente artículo, donde os explico el BLISS (Baby Led Introduction to SolidS), que es el BLW modificado (mejorado) para evitar algunos de sus inconvenientes.
Condiciones comunes de la alimentación complementaria (sean papillas o BLW)
Tanto si se opta por empezar a darle papillas, como si de entrada se le dan trocitos de comida, hay una serie de puntos comunes a tener en cuenta:
- El orden en que se empieza a dar los diferentes alimentos no importa. Da igual empezar con fruta, o con verduras y carne, o con cereales,… y luego seguir con lo que sea.
- El tipo de alimento tampoco importa. Actualmente hay múltiples estudios que demuestran que no se producen más alergias por introducir alimentos como el pescado o el huevo a edades más tempranas (nunca antes de los 5-6 meses). Hay algunas excepciones que enumero más abajo.
- Hay que ir poco a poco, con cada alimento nuevo que le ofrezcáis esperad al menos 2 días antes de ofrecer otro nuevo. Pero puede ser más tiempo, depende de cada niño.
- No hay una cantidad de comida «que tiene que tomar». Insisto, la leche (si es materna mejor) es el alimento principal, y cada niño tiene unas necesidades y una evolución.
- Sentadlo a comer con vosotros.
- No hay un horario de comidas muy establecido aún. Hay que ser bastante flexible. De todos modos, si lo sentáis con vosotros en las comidas, poco a poco irá asimilando un horario
- No añadir sal, y evitar comidas saladas (embutidos, quesos, comidas procesadas,…)
- Zumos poco o nada, aunque sean caseros. No sustituyen a la fruta, y los bibes de zumo están asociados al desarrollo de caries en edad temprana.
- Evitar caldos o sopas (en general son poco nutritivos).
¿Qué alimentos son más recomendables para un bebé?
Se le puede ofrecer casi cualquier alimento que sea saludable (más abajo pongo una lista de los que NO se deben dar). Los más recomendables son:
- Cereales: arroz, pasta, pan, avena, maíz,… Da igual que tengan gluten como que no, pero se debe empezar por pequeñas cantidades. Los cereales comerciales para bebés suelen tener demasiado azúcar añadido. Buscad lo que menos azúcar tengan. Tenéis más información en este artículo: «Alternativas a la papilla de cereales clásica para bebés»
- Frutas y verduras
- Carnes y pescado (a excepción de los que se exponen más abajo)
- Legumbres
- Huevos, siempre bien cocidos
- Aceite de oliva (preferiblemente).
Lo que no se debe ofrecer
- Vegetales de hoja verde, como espinacas o acelgas, hasta el año de edad (aunque no pasa nada si los come en muy pequeña cantidad)
- Por el riesgo de asfixia no dar frutos secos enteros (pero se pueden dar pulverizados), o cualquier alimento duro o redondeado: oliva, uva, salchicha, fruta o verdura dura sin cocer (zanahoria).
- Miel antes del año (riesgo de botulismo).
- Leche de vaca antes del año.
- Pescados azules grandes, tipo atún, emperador,… (pueden acumular mercurio)
Un par de consejos más:
- Se debe acudir a las revisiones con el pediatra para valorar lo que va comiendo, el estado nutricional y de desarrollo; y ante cualquier problema que surja.
- Si os decidís por papillas, es muy conveniente empezar a darle trocitos de comida blanda (tipo BLW) entre los 8 – 10 meses.
Lo importante: que vuestro hij@ tenga una relación natural con la comida, que la disfrute, que la disfrutéis toda la familia juntos !
Referencias destacadas:
Lecturas adicionales recomendables:
«Se me hace bola» del nutricionista Julio Basulto. DEBOLSILLO, 2013
«Mi niño no me come» del pediatra Carlos González, TEMAS DE HOY, 2012