Los estímulos y las sensaciones del bebé en los primeros meses son importantes, ¿sabes por qué?, ¿sabes cómo hacerlo?
Cuando se dice estimulación parece que estemos hablando de algo «artificial», como si de alguna manera se «fuerza» al bebé a recibir los estímulos. Pero la estimulación es algo natural.
¿Por qué es necesaria la estimulación?
A diferencia de muchos animales, el bebé humano nace muy inmaduro, con unos pocos instintos (comer y llorar) y casi todo lo demás lo tienen que aprender. Esa inmadurez lo hace muy vulnerable y dependiente de sus padres (de la madre sobre todo), pero a su vez le confiere una gran capacidad para aprender y adaptarse al entorno. Es la marca de identidad de nuestra especie. Por lo tanto la estimulación es un elemento de aprendizaje muy importante para el desarrollo del bebe. Esta estimulación comprende el desarrollo físico, sensorial, emocional y social.
Dentro del útero de la madre el feto tiene estímulos, ya percibe cosas; cosas que ya contribuyen a su desarrollo. Por ejemplo, el recién nacido tiene al nacer una audición bastante buena, porque su oído ya ha recibido estímulos dentro del útero (oye el corazón de su madre y sonidos externos también). Pero al nacer apenas ve; el sentido de la vista no ha sido estimulado aún.
PUNTO CLAVE DE LA ESTIMULACIÓN:
- Tienes que observar a tu hijo, ver que le gusta, como responde cuando le dices algo, cuando juegas con él; observa como van apareciendo nuevas habilidades en su desarrollo. Y en base a ello ofrécele los estímulos.
Por eso es tan importante que la madre y el padre estén el mayor tiempo posible con su bebé, para que lo vayan conociendo. Cada niño es diferente, no a todos les va lo mismo.
¿Qué estimulación hay que hacer en las primeras semanas?
En el recién nacido no mucho, ya tiene bastante con lo que se le ha venido encima.
El recién nacido viene de estar inmerso en un líquido, a temperatura constante, sin luces, con los ruidos atenuados y oyendo el corazón de su madre. De repente sale, y hay luces, oye muchos más ruidos y más fuertes, se le viste, se le baña, sus intestinos se mueven,… Tiene muchos, a veces demasiados, estímulos nuevos que asimilar. De hecho según una teoría, el llamado «cólico del lactante» podría deberse a la incapacidad de algunos de bebés de manejarse con tantos estímulos.
El recién nacido sólo necesita el contacto materno (que ya conoce). Que lo madre lo coja todo lo que sea necesario (no te preocupes no se «malacostumbra»), y poco más. Lógicamente se le puede acariciar con suavidad, hablarle,… y atender sus necesidades (lactancia, cambiarle el pañal, etc.), pero no necesita mucho más.
Si llora hay que cogerlo y atenderlo. Si se calma sólo con cogerlo, es que necesita contacto. Si quieres conocer las claves para el manejo del llanto en el bebé pincha aquí.
En esta fase es importante observar como el recién nacido responde a los estímulos. Tienes que ir conociendo a tu bebé. Algunos bebés pueden estar más cómodos con menos estímulos y otros necesitan más. Esta es una de las razones porque el porteo puede ser muy útil en esta fase. Con el porteo el principal estímulo del recién nacido viene del contacto con la madre, y desde la seguridad que ello le da, va asimilando cada vez más los estímulos del entorno.
En resumen:
El contacto materno y hablarle son los mejores estímulos en el recién nacido.
Pero llega un momento en que el bebé necesitará más.
Estimulación entre los 2 y los 4 meses*
Conforme el bebé va viendo mejor, la estimulación visual cobra mucha importancia, y más aún si se acompaña de sonidos. Y esa estimulación es necesaria. Que madre no ha experimentado lo de «lo saco a la calle y se le pasan todos los males». En la calle el bebé tiene muchos estímulos: luz, movimiento, sonidos, alguien que pasa y le dice algo…
Alrededor de los dos meses sucede también un hecho crucial en el desarrollo del bebé: la sonrisa social. El bebé sonríe en respuesta a un estímulo (a veces simplemente con ver la cara de la madre). Ya no se comunica sólo mediante el llanto, la sonrisa es un elemento nuevo de comunicación, que en poco tiempo más se va a reforzar con el balbuceo como otra forma más de comunicación. (La sonrisa que hace un recién nacido sin respuesta a estímulos, incluso durmiendo, es un reflejo y no es lo mismo que la sonrisa social).
La estimulación en esta fase es responder a su sonrisa mirándole, hablándole, y acariciándole (el tacto sigue siendo importante).
En esta etapa la sonrisa social es un paso importante en el desarrollo emocional y social del bebé.
Hablarle a un bebé es fundamental para el desarrollo del lenguaje. Os lo explico en detalle en esta artículo: «Lenguaje en niño, 5 claves para los padres»
Alrededor de los 3-4 meses aparece un nueva habilidad del desarrollo psicomotriz: el bebé va a «descubrir» que tiene manos y que las puede usar para intentar coger algo que le llama la atención.
A la vez va a descubrir el poder explorador de su boca. Por lo que primero se va a «explorar» sus propias manos. En esta etapa los bebés les gusta meterse los dedos y la mano entera en la boca. Déjalo que lo haga es una fase normal del desarrollo (no te preocupes por si luego se le queda el hábito de chuparse el dedo, no suele suceder, y en cualquier caso no es esta la causa). Y cuando sea capaz de coger bien objetos, se los llevará a la boca también.
La estimulación en esta fase consiste en dejar que se chupe sus manos, poner a su alcance objetos o juguetes apropiados, que si además hacen ruido y los puede morder, mucho mejor (por ejemplo un sonajero blando…). Y seguir hablándole, acariciandóle, etc.
A esta edad ya van fortaleciendo los músculos de cuello y espalda, y es una buena estimulación ponerlo de vez en cuando acostado en decúbito prono (boca abajo), pero sólo si está despierto y tú estás jugando con él. En está posición el bebé se incorpora un poco, levantando la cabeza y la parte de arriba del tórax. Esto ayuda a fortalecer los músculos del cuello y espalda, le cambia su ángulo y campo de visión, y va haciendo que tenga más conciencia del movimiento corporal, lo que será importante en futuras etapas.
Así que, para estimularlo a esta edad es fácil: ponte con tu bebé en el suelo o en la cama, ponlo boca abajo, enséñale algún juguete que pueda morder, háblale,… ríete con él.
Y sobre todo:
Sigue observando que le gusta a tu bebé, juega con él, comunícate con él,… va a ser su mejor estímulo!!!
(*) Cuando se cita la edad en que aparecen los hitos del desarrollo psicomotor, se refiere a niños sanos nacidos a término (no sería aplicable a prematuros), y en cualquier caso es aproximada, y puede variar bastante de unos niños a otros. En caso de que sospechéis algún retraso o que algo que hace, o no hace, vuestro hij@ no os parece normal, debéis consultarlo con vuestro pediatra.
Próximamente seguiremos con más etapas del desarrollo.
Artículo revisado marzo de 2019
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