Telemedicina, ¿para qué sirve?, ¿van a cambiar las consultas médicas, pediátricas, de siempre? Vais a oír hablar mucho de telemedicina, y puede que no tengáis muy claro qué es y cómo os puede ayudar.
Hace ya muchos años un médico ilustre dijo que la mejor herramienta de que dispone un médico es una silla. Es decir, escuchar al paciente; en el caso del pediatra a los padres.
¿Va a convertirse el móvil en la «nueva silla» de la medicina?
Si una cosa está quedando clara en esta situación de pandemia que estamos viviendo es que la atención en salud se puede organizar y hacer de otra manera. La telemedicina está desempeñando un papel importante, y parece que se va a quedar con nosotros.
Los que me seguís sabéis que ya llevo usando telemedicina en diversas formas desde hace unos cuantos años. La experiencia ha sido en general muy positiva, teniendo claro sus limitaciones y que tipo de asistencia de salud se puede dar a distancia y cual no.
La llegada de la pandemia de la COVID19 ha disparado su uso.
Con este artículo pretendo dar una pequeña guía orientativa para las familias en esto de la telemedicina. En parte me baso en experiencia propia.
Primero. ¿Qué es y qué formas hay de hacer telemedicina?
Telemedicina es cualquier forma de atención a distancia, sin interacción física con el paciente o la familia.
Básicamente se puede hacer de dos maneras:
- Asíncrona: no es necesaria la interacción al mismo tiempo. Por ejemplo, por correo electrónico, o mensajería (whatsapp o similar). La familia envía un mensaje, unas fotos, un informe,… y el pediatra contesta en otro momento.
- Sincrónica: interacción al mismo tiempo. Teléfono o videoconsulta.
La conveniencia de una u otra depende de para qué se use.
El teléfono es ideal para hacer triaje. Es decir, para hablar directamente con la familia y valorar la necesidad de consulta presencial o no. O de derivar directamente a urgencias si es algo más grave.
En mi opinión, uno de los aspectos más útiles e interesantes de la telemedicina que más se ha puesto de relieve en la situación actual de pandemia, es el triaje: el contacto telefónico previo que permite clasificar y orientar a los padres que tipo de asistencia necesita ese niño: presencial, no presencial, urgencias.
«… uno de los aspectos más útiles e interesantes de la telemedicina que más se ha puesto de relieve en la situación actual de pandemia, es el triaje.»
La videoconsulta permite una relación más de cara a cara aunque sea virtual, más parecida a una consulta presencial.
El correo, o la mensajería (whatsapp), serían apropiados por ejemplo, para una consulta sobre un problema de piel, para interpretar unos análisis, una radiografía, etc.
¿Qué cosas se pueden atender con telemedicina?
- Consultas de dermatología: con unas buenas fotos y la evolución, se pueden diagnosticar muchas erupciones, eccemas, manchas,…
- Problemas de salud que cursan con síntomas leves, o están en su inicio. En niños son frecuentes: catarros leves, fiebres (siempre que no se acompañen de signos de alarma), gastroenteritis leves,…
- Resolver dudas sobre vacunas.
- Resolver dudas sobre temas de salud en general.
- Asesoramiento y consultas sobre alimentación y nutrición.
- También explicar y resolver dudas sobre la alimentación complementaria del bebé.
- Asesorar y resolver dudas en relación a la lactancia materna, o la alimentación con fórmula.
- Aconsejar e instruir en temas de puericultura y crianza: cuidados del recién nacido, higiene del sueño,…
- Valorar etapas de desarrollo del bebé y sus cambios.
- Consultas sobre problemas del sueño.
- Consultas de seguimiento, para valorar la evolución de una enfermedad, la eficacia de un tratamiento,…
- Seguimiento de niños con problemas crónicos: asmáticos, sobrepeso,…
Un aspecto que me parece importante en telemedicina es que en muchas ocasiones sirve para formar a la familia en temas de salud, fomentar el autocuidado, y reforzar sus conocimientos en salud.
Una cosa que he visto con este confinamiento, es como muchas familias han sido capaces de resolver muchos pequeños problemas en casa, con una buena explicación. Sí, ya sé que antes también debería haber sido así, pero lo cierto es que la facilidad de acudir a consulta hacía que muchos padres no se decidieran a hacer ciertas cosas por sí mismos. Y ahora, por necesidad, lo han hecho.
Para lo que NO sirve la telemedicina es para resolver una urgencia, en general. Un niño con algo grave o potencialmente grave, como puede ser dificultad para respirar, fiebre con signos de alarma, convulsiones, pérdida de conocimiento,… debe ser visto por un médico. Aunque a veces, como sucede con la intoxicaciones, una consulta telefónica puede ayudar para saber que hacer.
¿Cómo podéis los padres prepararos para una consulta telemática?
Algunas ideas que pueden ayudaros a que la consulta a distancia sea más productiva y por tanto, tenga un mejor resultado.
- Haced un pequeño esquema o listado de los síntomas de vuestro hijo: fiebre (qué temperatura), tos, vómitos, etc., y cuándo han comenzado.
- Si está con síntomas catarrales (tos, sobre todo), puede ser importante medir la frecuencia respiratoria: número de respiraciones por minuto.
- Tened a mano o escribid la medicación que está tomando, si es el caso.
- Si es un problema de piel, haced fotos con buena luz lo más nítidas posible.
- Para temas de alimentación: un listado de dudas o de cosas que queréis saber.
- El tema del sueño es complejo, así que cuanta mayor información sobre horarios, rutinas, siestas, etc. tengáis recogida, mejor.
¿Siguen siendo necesarias las consultas presenciales entonces?
Sí, claro que sí. Para muchas cosas sigue siendo necesaria la exploración del niño, auscultarlo, verle los oídos,…
Y la interacción en el mundo real con los padres sigue siendo de lo más gratificante que hacemos los pediatras.
Pero en muchas ocasiones se pueden combinar consulta presencial con telemedicina de forma que se aprovechan las ventajas de ambas.
En mi experiencia, encuentro que puedo hacer una mejor valoración de la situación, si la consulta la hace una familia que ya conozco en presencial. Obviamente dispongo de un mayor conocimiento de sus circunstancias y sus antecedentes.
Pero también, se pueden resolver bastantes cosas por telemedicina, sin necesidad de conocer directamente a la familia. Y es muy gratificante poder ayudar a padres que por estas circunstancias de la pandemia u otras, no tienen acceso a una consulta presencial o a un pediatra.
Así que pienso que la telemedicina va a tener más protagonismo en esta nueva etapa, y bien utilizada, bienvenida sea.
Algunas fuentes de información:
Telemedicine: Pediatric Applications. B
Telehealth. Guidelines and Practical Tips. The Royal Australian College of Physicians.