La convulsión febril asusta mucho a los padres, … os pilla por sorpresa. Pero es un episodio casi siempre benigno; lo importante es saber cómo actuar.
La convulsión febril es un episodio de pérdida de conciencia repentina asociado a fiebre, generalmente con rigidez del cuerpo y/o movimientos repetidos (como sacudidas) de brazos y piernas; o a veces gran flacidez del cuerpo, y con desviación de la mirada (ojos en blanco). Este episodio dura unos pocos minutos (menos de 5), y luego el niño queda en un estado somnoliento durante un rato.
PUNTOS CLAVE:
- La convulsión febril es una pérdida de conocimiento asociada a fiebre.
- Cede por sí misma en pocos minutos.
- Es benigna, no produce ningún daño ni a corto ni a largo plazo.
- Lo importante es saber que está causando la fiebre.
- Mantener la calma (en la medida de lo posible), saber que hacer mientras el niño está con la convulsión, y acudir tranquilamente al pediatra o a urgencias.