Tu hijo no quiere ni ver las verduras, y de fruta solo come plátano… y poco más. ¿Quieres saber cómo puedes mejorar eso? Te lo explico con 6 trucos
Actualizado febrero 2020
A estas alturas todos sabemos de la importancia en la alimentación de frutas, verduras y hortalizas. O más bien, cómo el consumo escaso de estos alimentos está relacionado con problemas de salud a medio y largo plazo. Si no habéis leído el artículo previo sobre alimentación, «Plato de Harvard para niños. Instrucciones de uso», os recomiendo que empecéis por ahí.
Sí vale, pero «mi hijo no puede ver ni un trocito de verdura en su plato. Y frutas come dos: plátano y algunas veces manzana. Y no siempre. ¿Qué hago?»
¿Por qué pasa eso?, ¿por qué los niños tienden a rechazar las verduras,… y a veces también la fruta?
Pues aquí cada niño puede tener sus razones, pero las más habituales son:
- Los padres no las comen. Sí es bastante frecuente, que los padres coman poca verdura y poca fruta.
- Al niño de bebé, al empezar con la alimentación complementaria, se le ha metido a la fuerza las papillas de verduras y de fruta,… porque alguien les ha dicho que «tiene que» comer fruta, o verdura. Al bebé, a partir de los 6 meses, se le OFRECE fruta o verdura, pero NO se la tiene que comer.
- También existe un rechazo instintivo a vegetales y frutas, como forma de prevenir un envenenamiento. Ya que en el medio totalmente natural, en que ha vivido la humanidad durante cientos de miles de años, hay vegetales y frutas tóxicos.
¿Cómo ofrecer verduras para que las coma?
La primera conclusión de lo expuesto arriba sería hacer las cosas bien desde el principio. Ofrecer al bebé, o dejar a su alcance, verduras y frutas, pero NUNCA obligar. Muchos niños rechazan verduras y frutas porque se les ha «forzado» o presionado para que las coman cuando eran bebés.
Y segundo, los padres debéis servir de ejemplo. Vuestros hijos os observan más de lo que creéis. Puede que no os hagan caso, pero os observan constantemente.
Ahora vamos con algunos «truquillos» que se pueden ir probando. A vuestro hijo le puede funcionar mejor uno que otro.
Uno. Presentación. A los niños les suele llamar mucho la atención los colores y sus combinaciones. Presentar las verduras en formas «atractivas».
- Poned los alimentos de diferentes colores separados en el plato, nada de todo mezcladito.
- Algunos ejemplos:
- Plato con un trocito de tortilla (amarilla), con un poco de tomate frito o crudo rallado o a trocitos (rojo), y un poco de puré de calabacín, brécol, o lo que sea verde.
- Arroz (blanco), con tomate (rojo), con huevo (amarillo)
- Dibujad algo con las verduras o frutas,… Una cara, una casa,… (como la foto de presentación de este artículo)
Dos. Bueno, lo que a muchos niños no les gusta es ver un algo de verde ahí a pelo en el plato. En ese caso, aprovechad las cosas que le gustan, o poned las verduras «disimuladas»:
- Le gusta el arroz o la pasta, pues podéis poner cualquier verdura bien triturada y bien mezclada con la pasta o el arroz.
- Si le gusta la pasta, cortar los vegetales a tiritas finas y largas como si fuera spaguetti y mezclarlos junto con la pasta…
- Le gusta la tortilla, haced tortilla de calabacín, de espinacas, de habas,…
- Añadid salsas (mejor caseras), que pueden aportar color y sabor a las verduras.
- Y siempre podéis echar mano de los socorridos purés de verduras.
Tres. Cantidad. Poned cantidades muy pequeñas.
Se trata de que lo pruebe, que al menos le llame la atención y lo pruebe. Ya le gustará. O no. Pero si vuestro hijo ve que le ponéis un plato lleno de puré delante, piensa que vais a «hacer que se lo coma todo», y lo rechazará más aún.
Y ¿para que coma más fruta?, tres trucos más
Uno. Ponedla fácil y accesible. La fruta a la vista, en frutero en la mesa, siempre. En el frigorífico, lavada y lista para comer. Y que la coma cuando quiera, entre horas si quiere.
Presentar la fruta a trocitos pinchada en palillos (truquillo de mi compañera luciamipediatra), mezclando colores también,…
Dos. Aprovechad también cosas que le gusten. Le gusta el yogur, haced yogur de sabores triturando fruta con yogur natural, podéis hacerlo incluso más sabroso añadiendo unos frutos secos (bien triturados si son menores de 4 años).
Tres. Parece una obviedad, pero es más probable que se coma la fruta si se la ofrecemos cuándo tiene hambre. Como postre de la comida o la cena puede que ya esté con poca hambre. Pero probablemente se la comerá mejor en la merienda (suelen salir con hambre del cole o la guarde), en el almuerzo, o entre horas.
Algunos consejos más:
- Sed persistentes y evitad la actitud tipo «eso no le va a gustar». En algunos estudios se ha visto que los niños necesitan probar hasta 15 veces algo para que les empiece a gustar.
- Usad la imaginación. Pensad cómo es vuestro hijo, que cosas le pueden gustar más: ¿jugar con los colores?, ¿probar texturas diferentes?, ¿picotear la fruta entre horas?,…
Y lo que NO hay que hacer:
- Usar zumo, aunque sea casero y natural, en sustitución de la fruta.
- Darle complejos vitaminas y complejos nutritivos para «suplir» fruta o verdura. Os explico porqué no en este artículo: Vitaminas, estimulantes del apetito,…
- «Pelearte» con tu hijo para que se las coma.
No obstante, según la última revisión Cochrane sobre que intervenciones para aumentar el consumo de frutas y vegetales en niños funcionan, la conclusión es que no hay conclusión (Interventions for increasing fruit and vegetable consumption in children aged five years and under). Así que:
Relajaos, poned en la mesa vegetales y frutas, procurad que las comidas sean momentos agradables para toda la familia, y disfrutadlas con vuestros hijos!
Actualizado febrero 2020
Lectura adicional:
Fuente original del «Plato de Harvard para niños».
El libro: «Más vegetales. Menos animales», del nutricionista Julio Basulto y Juanjo Cáceres
Algunas referencias más: