Si vuestro hijo «no come», lo importante es que las comidas no se conviertan en un momento desagradable para él,… y para toda la familia.
Actualizado: enero 2021
La mayoría de las veces el niño sí come, pero no come la cantidad o cómo los padres esperáis que coma. Ello puede deberse a varios motivos, si no lo habéis leído, os remito al artículo previo: «El niño que no come».
En el niño que no come, o come mal, el primer paso es comprobar que su desarrollo es normal. Vuestro pediatra debe valorar su desarrollo, su estado nutricional; y si procede, descartar una enfermedad o un problema de base.
PUNTO CLAVE:
El objetivo es que el niño tenga una relación natural con la comida y el acto de comer (y lógicamente, que esté bien alimentado)
¿Cómo se hace para que el niño que «no come» coma mejor?
Hay muchas variantes del niño que «no come«, o come mal. (Si no lo habéis leído, os remito al artículo previo: «El niño que no come».)
Es mejor prevenir, evitar que se convierta en «mal comedor». Así que, si vuestro hijo tiene alrededor de los 6 meses y estáis empezando con la alimentación complementaria, es muy buen momento para hacer las cosas bien desde el principio: pinchad aquí.
Si vuestro hijo ya es más mayorcito y os está planteando problemas con la comida, es decir no come como vosotros queréis, hay básicamente dos modelos para mejorar la situación. Uno que sigue unas pautas educativas estructuradas, y otro «alternativo». No todos los niños, ni todas las familias son iguales, con lo que el modelo puede no ir bien a todos. Y como todo modelo educativo debe ser una decisión de los padres. Insisto, una decisión de los padres, no del niño.
Educación del hábito de comer: modelo de pautas estructuradas.
Los siguientes son unos principios generales para establecer unos buenos hábitos respecto a la comida. Pueden servir para muchos niños que no comen, pero cada niño y cada familia son diferentes, por lo que en casos concretos puede ser necesario hacerlo de otra manera.
Los 3 puntos más importantes son:
- No mezclar emociones con comida. Mantener la serenidad en relación con las comidas, no mostrar ansiedad, preocupación, o mucha expectativa a la hora de comer; tu hijo lo detectará y ya es empezar con mal pie. Nunca reñirle o castigarle porque no come. Menos aún «forzarle» a comer. Insisto: nunca forzar para que coma. Si no come, simplemente ignorarlo. No pasa nada, no se va a desnutrir. Y si come, ignorarlo también… también (aunque se puede hacer algún comentario del tipo: «que bueno estaba,…»), no usar premios porque come bien. Se trata de que cuanto más «natural» sea vuestra y su actitud con la comida, mejor.
- Establecer una rutina, con un horario de comidas fijo (de 3-5 comidas al día), y establecer siempre el mismo ritual: avisar unos minutos antes que es hora de comer (le da tiempo de «asimilarlo» si está jugando,…), sentarlo en su silla, ponerle el pechito,… A los niños les gusta saber que esperar en el devenir del día, por lo que si la rutina está bien establecida, la incorporan como algo natural a su actividad diaria.
- Cantidades razonables de comida. Más vale ponerle muy poca, y si se la acaba enseguida, se le puede ofrecer más, o esperar a que él pida más. Si come poco pero se va desarrollando bien es que no necesita más.
Otros puntos que también pueden ser útiles:
- Fomentar su autonomía: que coma él, con las manos o con la cuchara. Aquí hay que aprovechar la edad en que los niños quieren hacerlo todo (entre los 10 y 18 meses) y no darle la comida, aunque coma poco. Le gustará más hacerlo por sí mismo. Para muchos niños lo ideal para que aprendan a comer es el Baby Led Weaning.
- Si sois vosotros los que la dais la comida, ofrecédsela, pero nunca forzar, esto siempre acaba haciendo que coman peor. El niño acaba asociando comer con una experiencia desagradable.
- Tiempo máximo de la comida 25-35 minutos. Esto se puede flexibilizar bastante; si el niño come con la familia, estará el tiempo que dure la comida familiar. Además, si son pequeños no se puede pretender que estén mucho tiempo haciendo una misma cosa: comer.
- Cuando haya pasado ese tiempo se retira el plato, haya comido lo que haya comido, y sin hacer ningún comentario negativo, ni reñirle. No se le ofrece una alternativa, otra comida, ni tampoco se le ofrece su comida favorita para que «no se quede sin comer». Si cuando «come mal» le ofrecéis aquello que sabéis que le gusta o que siempre se come (el petit- suisse o el biberón) él lo ve como «premio» por haber comido «mal», … seguirá comiendo «mal».
- Nada de picoteo entre horas, ni zumos. Ni tampoco ir ofreciéndole comida a cada rato a ver si come algo.
- No comer con la televisión o distracciones. En este caso el niño no «aprende» a comer, se le distrae mientras se le embute la comida.
- Casi siempre es preferible que coma en la mesa con toda la familia, que él vea como coméis,… si os ve como ejemplo (y no se le obliga a comer) es difícil que acabe resistiéndose a imitaros. Pero en los niños que ponen muchos problemas para comer puede ser mejor que al principio coman solos o con una sola persona dándole de comer (cuantos menos espectadores, menos posibilidad de que la lie, y menos posibilidad de que todo el mundo opine y le preste atención).
- Debe haber un cierto acuerdo entre todas las personas que comen con el niño (ambos padres, abuelos,…) para que todos actúen de forma parecida (aunque esto puede ser bastante difícil con los abuelos).
- Nunca deben contradecirse o discutir los padres sobre el tema de la comida delante del niño.
Insisto, y por resumir:
Nunca forzar a comer a niño. Ni reñirle, ni castigarle,…
Tampoco premiar si come bien.
Es preferible que coma con toda la familia, siempre que se pueda.
Educación del hábito de comer: Modelo «alternativo».
Es muy simple: es dejar a vuestro hijo en paz: ofrecedle la comida cuándo creáis conveniente, ofrecedle variedad y cosas saludables, y que coma lo qué quiera y cuándo quiera. Sentadlo a la mesa con vosotros y dejar que coja de vuestra comida, que juegue con ella,…
Este modelo «alternativo», sería la continuación del niño que aprende a comer experimentando con la comida: tipo Baby-Led Weaning.
Este modelo es fácil de recomendar, y difícil de seguir para muchas madres (e inaceptable para muchas abuelas…), pero puede ser el que mejor funcione en algunos niños.
Y por supuesto, se puede hacer algo intermedio. Cada familia debe adaptarlo a sus circunstancias, costumbres,… pero sobre todo no convirtáis las comidas en un drama.
El tema de la comida os preocupa mucho a los padres, pero relajaos, el comer es algo muy natural, procurad trasmitírselo así a vuestros hijos y ¡disfrutad comiendo todos juntos!
Actualizado: enero 2021
Referencias principales:
The Normal Child, RS Illingworth; 9th Ed
Pediatric Nutrition. Chapter7, 2019, 8 th Edition. American Academy of Pediatrics
Horas y horas de hablar con las familias sobre este tema.