Algunas familias, cada vez más concienciadas con la alimentación, me han peguntado:
«¿Son los cereales para bebés 0 % azúcares añadidos ni producidos adecuados?»
Vamos por partes.
En un artículo de hace dos años, explicaba el porqué no son una buena opción los cereales «clásicos» para bebés. En resumen, porqué tienen demasiado azúcar (en parte añadido, y en parte generado por la hidrólisis).
Pero como muchas cosas en nutrición, no es tan simple. Me explico.
Sabemos que en los primeros 6 meses el bebé necesita sólo leche materna (de fórmula, en su defecto); y los dos motivos principales para NO retrasar el inicio de la alimentación complementaria más allá de los 6 meses, son que a partir de esa edad el bebé necesita más energía y más hierro.
Muchos bebés progresan muy lentamente en aceptar y comer otros alimentos que no sean la leche, y en esa etapa es cuando son más vulnerables a tener un déficit de hierro.
Según el estudio ALSALMA, un 27 % de niños de entre 7 y 12 meses ingieren menos hierro del recomendado. Y por otro lado, ingieren muchas más proteínas de las recomendadas.
En ese contexto los cereales enriquecidos con hierro son una opción para cubrir las necesidades de hierro. Y de hecho así están recomendados por la AAP y por la ESPGHAN para este período de transición.
Puestos a dar cereales, aquellos con 0 % azúcares añadidos ni producidos serían la opción más adecuada.
Las alternativas, que tenemos de cereales no específicamente hechos para bebés, como arroz, pasta, sémola, harina de maiz,… no tienen hierro suficiente (algo más los integrales, pero son peor aceptados y digeridos por los bebés).
Y la alternativa para que reciban más hierro de otras fuentes, como carne, legumbres,… si comen poca cantidad no llegarían a cubrir los requerimientos.
Muy importante a tener en cuenta son aquellos niños con mayor riesgo de déficit de hierro: prematuros, bajo peso al nacimiento, gemelos, hemorragias en el parto y del recién nacido, déficit de hierro, diabetes o hipertensión en la madre durante el embarazo, bebés diagnosticados de alergia a las proteínas por leche de vaca, o enfermedad por reflujo gastroesofágico,…
En estos casos el pediatra debe valorar las necesidades de nutrientes en general, y del hierro en particular.
Os explico más sobre cómo prevenir del déficit de hierro aquí.
¿Qué cantidad de cereales 0 % azúcares añadidos ni producidos sería la adecuada?
La cantidad recomendada en general sería unas 4-5 medidas (18-25 gr) añadidas a la leche para formar una papilla.
Mejor en papilla que en biberón. La AAP desaconseja dar cereales en el biberón por el riesgo de atragantamiento.
Otro motivo para NO dar en biberón, es que mientras con la cuchara el bebé tiene más fácil la opción de rechazarla cuando no quiere más (o simplemente no quiere), con el biberón es fácil «embutirle» la toma.
Insistimos en que nunca se debe forzar a comer al bebé, ni tampoco «hacerle comer» con distracciones.
¿Qué cereales elijo?
No voy a citar marcas, pero se pueden encontrar fácilmente estos cereales 0 % azúcares añadidos ni producidos en el supermercado.
Como siempre, recomiendo leer la etiqueta. Que debe tener:
- En los azúcares menos del 2 %, que son azúcares que están de forma natural en muchos cereales. (Pueden tener hasta un 5 % de azúcar si llevan fruta con su azúcar natural).
- Hierro más de 7 mg/100 gr
Ejemplo:
Para acabar quiero resaltar que:
El objetivo a medio plazo, sobre todo a lo largo del segundo año, es que el niño acabe teniendo una alimentación variada y saludable.
Agradecimientos:
Al Dr. Isidro Vitoria (@DrIsidroVitoria), experto en nutrición pediátrica y Jefe de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital La Fe (Valencia), por haber tenido la generosidad de revisar este artículo, y por enseñarnos tanto sobre nutrición.
(Podéis seguirlo también en: https://www.facebook.com/drisidrovitoria#; https://www.instagram.com/isidrovitoria/)
Algunas referencias:
Pediatric Nutrition. 2019, 8 th Edition. American Academy of Pediatrics. Chapter 6, pp. 169-182