Los celos ante la llegada de un hermanito parecen algo negativo. Pero forman parte del aprendizaje emocional del niño. Puede ser una buena oportunidad para que los padres le ayudéis en ese aprendizaje.
De hecho la actitud de los padres ante los celos es fundamental para que los supere y para la armonía familiar.
Si antes de nacer el nuevo miembro de la familia no le habéis explicado casi nada a vuestro hijo casi mejor. Porqué de haberlo hecho, le habréis contado que tener un hermanito es algo fenomenal. Que va a ser divertido, que va a tener un compañero, que podrá jugar con él, etc. Y cuando nace, vuestro hijo se encuentra con una «cosa» que llora, mama, duerme,… Pero sobre todo, y esto es ya «intolerable», le roba mucho tiempo y atención a su madre.
Un niño de 6 años lo puede entender y racionalizar, pero uno de 3 años no. Va a tener que pasar un tiempo para que lo acepte. Vuestro hijo va a tener que enfrentarse a diversas emociones, como resentimiento, tristeza, rabia, frustración,… y aprender a manejarse con ellas. Todas emociones que etiquetamos como «negativas», pero que son parte de nuestro ser. Es más, es muy importante aprender a manejar estas emociones. Forma parte del desarrollo emocional.
Va ser una buena oportunidad para educar su inteligencia emocional. Aprovechadla.