Cuando en la guardería que va vuestro hijo os dicen que a tal niño lo han tenido que ingresar porque tiene una bronquiolitis, los padres lógicamente os asustáis.
Algunos que ya tenéis niños sí que habréis oído hablar de la bronquiolitis, pero para muchos es algo nuevo. Y es que esta enfermedad que llega todos los años en los meses fríos, afecta a muchos niños pequeños y produce bastantes hospitalizaciones (muchas más que la gripe, en niños), recibe poca atención mediática.
La bronquiolitis se produce por una infección vírica que afecta a los bronquios finos (bronquiolos) de los niños pequeños. Afecta a niños menores de 2 años, sobre todo porque éstos tienen vías aéreas de calibre más pequeño. Muchos de los niños menores de 2 años se contagiaran del virus, sobre todo si van a la guardería, pero no todos padecerán una bronquiolitis. En muchos de ellos sólo se producirá un catarro de nariz y garganta. La bronquiolitis no es exactamente lo mismo que una bronquitis; ésta se produce cuando se afectan los bronquios más gruesos del aparato respiratorio.
Hay varios virus que pueden producir una bronquiolitis, pero el más frecuente es el virus respiratorio sincitial (VRS). Estos virus infectan las vías respiratorias y éstas responden con inflamación, producción de moco y se destrucción de células de su pared. Como consecuencia de todo esto se estrecha la luz de las vías aéreas y por tanto se dificulta el paso de aire.
¿Qué síntomas produce la bronquiolitis?
- Suele comenzar como un catarro de nariz y garganta con moco, congestión y algo de tos. En uno o dos días se afectan los bronquiolos. Cuando éstos se estrechan se escuchan “pitos” o sibilancias al respirar el niño, suele haber una tos más persistente y puede haber cierta dificultad para respirar: respiración más rápida y agitada, y se hunden las costillas al tomar aire.
- Puede durar entre 7 y 21 días.
- Puede ser más grave en bebés que ha sido prematuros, y aquellos que padecen una enfermedad respiratoria o cardíaca.
¿Puedo prevenir la bronquiolitis o evitar que se contagie mi hijo?
En teoría sí:
- Evitando contacto con otros niños o adultos que estén con un catarro.
- Es fundamental el lavado de manos, y objetos, juguetes que manipula el bebé.
- Evitar el humo del tabaco. No se debe fumar dentro de casa si conviven niños, porqué aun ventilando persisten los efectos nocivos del tabaco.
- La lactancia materna.
En la práctica ya es otra cosa. Si tu hijo va a guardería difícil va ser que no se contagie.
Desmontando mitos: la bronquiolitis no se produce porque tenga mocos o esté siempre con mocos. Los mocos en sí mismos no son malos, no “se bajan al pecho”,… ni la bronquiolitis se produce por un “catarro mal curado”.
¿Cómo se trata?
- Pues cuando se revisa la evidencia científica sobre la eficacia de los tratamientos para la bronquiolitis resulta desalentador. A pesar de lo frecuente que es y de la cantidad de recursos sanitarios (consultas, visitas a urgencias, hospitalizaciones, etc.) que precisa, resulta que casi todo lo que solemos aplicar los pediatras al tratamiento de la bronquiolitis no se ha demostrado que sea muy eficaz (con alguna excepción), o al menos no en todos los casos.
- Los tratamientos inhalados se suelen recomendar, pero sólo son eficaces en algunos niños. Otros tratamientos, como los corticoides son aún más discutibles; aunque lo cierto es que se siguen utilizando bastante tanto en el hospital como en atención primaria. Los antibióticos NO sirven, porque es una infección vírica, y muy pocas veces se complica con una infección bacteriana.
- Se debe valorar pues cada caso. Si sospechas que tu hijo tiene una bronquiolitis ponte en contacto con tu pediatra.
- No se debe automedicar. Algunos tratamientos pueden ser incluso contraproducentes (por ejemplo, no se debe dar medicamentos para la tos, porque aunque pueden aliviar la tos, el niño con bronquiolitis necesita toser para ir sacando las secreciones de sus bronquios,…).
- Sí que puede ser de ayuda:
- Posición más incorporada (unos 30º): se respira mejor así.
- Ofrecer tomas de menos cantidad y más a menudo.
- Ofrecer agua (sobre todo en niños que ya comen sólido) para procurar una hidratación óptima.
- Si hay mucho moco de nariz y garganta: lavado con suero salino, y aspirado del moco nasal, para facilitar la respiración.
- Antitérmicos si tiene fiebre.
(Publicación de referencia: Clinical Practice Guideline: The Diagnosis, Management,and Prevention of Bronchiolitis; de la AAP)
¿Cuándo requiere una visita a URGENCIAS?
Un niño debe ser visto urgentemente por un médico en estos casos:
- Tiene dificultad para respirar importante: respiración rápida y agitada, o hunde las costillas al inspirar.
- Tiene color azulado de labios y uñas.
- No puede ingerir alimentos ni bebidas.
- Está muy decaído o somnoliento.
¿Se puede pasar varias veces?
- En teoría no. Lo que sucede es que en algunos niños que padecen una bronquiolitis, sobre todo si son de pocos meses de edad,… pueden volver a padecer nuevos episodios de sibilancias cuando cogen cualquier otro virus catarral. Esto puede seguir sucediendo durante varios meses, y hasta incluso los 4-5 años de edad.
- Estos episodios de sibilancias de repetición se dan en un 40 % de los casos, y para que esto se produzca hace falta una cierta predisposición individual. A estos catarros con “pitos” se les puede llamar de varias maneras: síndrome de hiperreactividad bronquial o asma del niño pequeño (aunque es discutible si es un “verdadero” asma); a veces también se les llama de forma menos apropiada: catarros descendentes, bronquitis de repetición, bronquitis espástica,… Pero esto ya tiene otros matices que van más allá del objetivo de este artículo.
¿Hay alguna relación con el asma?
- La bronquiolitis no causa el asma, pero podría ser que los niños que tienen unas ciertas características de sus vías aéreas y de su respuesta inmunitaria, esas mismas características hagan que sus bronquiolos y bronquios respondan de una manera parecida cuando los infecta el Virus respiratorio sincitial o como respuesta a una alergia (u otros factores) en el asma.
Si crees que tu hijo tiene una bronquiolitis consulta con el pediatra.
Se puede ver más sobre la bronquiolitis aquí.