Para mí ya es un paso importante que un niño que merendaba galletas y batido de chocolate, pase a merendar un bocadillo de pan integral con aceite de oliva, tomate natural y una loncha de jamón serrano. Sí, ya sé, el jamón es un «cárnico procesado»…
… Una tarde en el parque una madre está mirando con gesto de desaprobación a otra madre, y le comenta:»… ¿tú le das jamón a tu hijo?, ¿no sabes que produce cáncer?»
La carne, ¿es «imprescindible» para el desarrollo del niño?, o ¿es «mala»?, ¿qué carne es mejor?, ¿y los fiambres y embutidos?, esos sí que son malos malísimos, ¿o no tanto?
Ni hay que demonizar la carne, ni es imprescindible.
Si tenéis poco tiempo para leer os resumo el artículo en unos puntos clave:
- Si en la alimentación de vuestro hijo, y en la vuestra, predominan verduras, hortalizas, frutas y legumbres; comer carne, con las condiciones que os pongo a continuación, no tiene el por qué tener efectos negativos sobre la salud.
- Comer cantidades «moderadas» de carne, cualquier carne. (luego explico lo de moderadas)
- Limitar el consumo de carne roja (ternera, cordero, cerdo, cabra y caballo).
- Dejar los cárnicos procesados para consumo más ocasional (embutidos, salados, ahumados,…).
Si quieres saber más sigue leyendo.
Para aquellas familias que decidan eliminar totalmente la carne de su alimentación, también es factible. Pero también cumpliendo una serie de condiciones, como ya expliqué en este artículo: «lentejas veganas y niños».
¿Es necesaria la carne para el desarrollo de los niños?, ¿qué nutrientes aporta?
La carne aporta entre otras cosas proteínas. Hasta no hace mucho se pensaba que las proteínas de la carne eran casi imprescindibles porqué tienen todos los aminoácidos esenciales que se necesitan para construir las proteínas humanas. Hoy se sabe que no es del todo cierto. Pero sí son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico.
También aporta zinc, hierro, fosforo, vitaminas del grupo B,…
Pero el problema viene por la cantidad. Según los estudios (el español ALSAMA y el europeo de la EFSA) en los países desarrollados los niños, y sus padres, comen bastantes más proteínas de las necesarias. Lo cual no parece ser un problema si es a base de proteínas vegetales (legumbres, integrales,…). El problema para los niños, y sus padres, viene porque muchas de esas proteínas provienen de un excesivo consumo de carnes, incluidas carnes procesadas.
El exceso de carne en la alimentación no solo supone más proteínas, también más grasas saturadas (variables según el tipo de carne).
Y ese exceso de consumo de carne, sobre todo de carne roja, y peor si son carnes procesadas, se ha relacionado con diversos problemas de salud a largo plazo: cáncer, obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes… (Para los que quieran leer un resumen sobre estos efectos aquí: https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/what-should-you-eat/protein/)
Como muchos ya sabréis, la OMS publicó en 2015 una valoración sobre la relación entre carnes rojas y procesadas y cáncer. Podéis ver el documento de la OMS en forma de preguntas y respuestas en castellano, pero sobre todo os recomiendo las puntualizaciones que hace al respecto este artículo del nutricionista Juan Revenga: 10 Datos telegráficos sobre #cáncer #carne y #OMS
Entonces, ¿qué cantidad de carne es saludable?
La OMS no da cifras exactas, pero algunos expertos y organismos, apuntan como consumo de menor riesgo no pasar de 300 gr de carne roja la semana, y de 20 gr diarios de procesada. Claro en adultos. En niños sería menor, y variaría según la edad. Pero lo cierto es que no se han establecidos límites de «consumo seguro», y lo que hay son estimaciones de consumo saludable, o al menos de consumo «razonablemente no perjudicial».
Desde el punto de vista práctico, creo que no se trata de estar midiendo cantidades, es mejor hacerse una idea de las proporciones.
Os vuelvo a recomendar como guía muy intuitiva el plato de la nutrición saludable de Harvard: la mitad (o más) de lo que coméis deberían ser frutas, verduras, hortalizas, legumbres,… y una cuarta parte proteínas «saludables», a repartir entre: carne, pescado, huevo, proteínas vegetales incluidas (legumbres, frutos secos,…).
Ya expliqué cómo interpretar y usar de forma práctica el plato de Harvard en un artículo.
Pero si una comida vuestra se parece a esto:
…vais por buen camino
Es decir la carne sería más bien la guarnición de lo verde. (No al revés como sucede casi siempre).
También se puede ver el plato como lo que se come en el conjunto del día.
Respecto al número de veces por semana, pasa como con la cantidad. A nivel práctico, si mantenéis el predominio de vegetales, puede ser «lo que queráis» (dentro de lo razonable). Así que puede ser, ¿una, 4, 6 veces a la semana?; teniendo en cuenta que que no es lo mismo un filete de ternera ahí solo con sus verduras, que la «poca» ternera que acompañaría a unos espaguetis boloñesa, por ejemplo.
No os compliquéis la vida. Sentido común.
(Se pueden encontrar en diversas guías y manuales, cantidad de gramos de carne al día, número de veces por semana,… Para aquellos que les gusta tener cantidades y frecuencia más precisas, podéis tener una orientación en las tablas publicadas aquí: Documento de Consenso sobre LA ALIMENTACION EN LOS CENTROS EDUCATIVOS )
¿Qué tipo de carne?
La carne blanca, que incluye pollo, pavo y conejo, no parece asociarse tanto a problemas de salud. Son también carnes con menos grasas saturadas en general.
Aunque según la propia OMS aún no se ha valorado específicamente el tema de la carne blanca, y un estudio reciente en Francia ofrece también ciertas dudas al respecto. De nuevo la cantidad parece ser la clave.
Los expertos sugieren que lo que sucede es que si se come más carne, se comen menos vegetales. Y ahí parece estar el problema.
Así que, carne de ave o conejo (pese a ser un mamífero no se considera carne roja) se puede consumir con «más tranquilidad», pero también en cantidades moderadas.
La carne roja habría que limitarla a 1 vez a la semana, más o menos.
Y la carne procesada; es decir, embutidos, jamón, salchichas, patés,… a los que somos muy aficionados, dejarla para consumo ocasional. Por sentido común, probablemente no sea igual de «insano» el jamón (salado o cocido), que una salchicha industrial tipo frankfurt bastante más procesada,… Pero no hay valoraciones al respecto.
El jamón cocido por ejemplo, puede tener calidades muy diferentes. No es lo mismo el jamón cocido «categoría extra», que el «fiambre de jamón». Podéis ver las diferencias en este estupendo artículo de Gemma del Caño: «Y los jamones… son de York»
En resumen: vuelve a leerte los puntos clave del inicio del artículo. Que la base de tu alimentación sean verduras, hortalizas, frutas y legumbres. Y no hace falta que estés midiendo si le das a tu hijo 50 o 90 gr de carne cada 2 días…
Algunos consejos más:
- Eliminar en lo posible la grasa de la carne. En la carne de ave, retirar la piel.
- La forma de cocinar la carne también influye. Más saludable cuando se cocina a menos temperatura. Hervida o guisada (100ºC), mejor que a la parrilla o a la brasa (hasta 400ºC). Horno y freír en el medio.
Estas son las recomendaciones que como profesional de la salud debo de hacer al hablar de estos temas. También soy consciente, porque lo veo en el día a día de la consulta, que no es fácil cambiar los hábitos. Me encuentro familias con una cantidad de alimentos superfluos poco saludables de espanto.
Al final de lo que se trata, no es de buscar la «perfección» nutricional, si es que tal cosa existe, si no de llevar una alimentación lo más saludable posible,-ojo, a la luz de los conocimientos actuales.
Cuantos menos alimentos insanos mejor, obvio. Pero sin demonizar, juzgar, o dar lecciones morales,… Que ahora parece que para dar de comer a vuestros hijos los padres tenéis que tener un master en nutrición y pasar el examen de amigos y familiares.
Si tienes dudas sobre la alimentación de tu hijo, puedes pedir cita en nuestra clínica, o también puedes usar la consulta online.
(En este artículo no entro a valorar la decisión de algunas familias de dejar de consumir carne por motivos éticos, o de sostenibilidad,… Posición muy respetable, pero que excede de la intención de este artículo)
*Lectura recomendable:
Más vegetales, Menos animales. de J.Basulto y J.Cáceres.
*Algunas fuentes de información:
Harvard School of Public Health: The Nutrition Source. Protein.
Documento de consenso sobre LA ALIMENTACIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS