Para mí ya es un paso importante que un niño que merendaba galletas y batido de chocolate, pase a merendar un bocadillo de pan integral con aceite de oliva, tomate natural y una loncha de jamón serrano. Sí, ya sé, el jamón es un «cárnico procesado»…
… Una tarde en el parque una madre está mirando con gesto de desaprobación a otra madre, y le comenta:»… ¿tú le das jamón a tu hijo?, ¿no sabes que produce cáncer?»
La carne, ¿es «imprescindible» para el desarrollo del niño?, o ¿es «mala»?, ¿qué carne es mejor?, ¿y los fiambres y embutidos?, esos sí que son malos malísimos, ¿o no tanto?
Ni hay que demonizar la carne, ni es imprescindible.
Si tenéis poco tiempo para leer os resumo el artículo en unos puntos clave:
- Si en la alimentación de vuestro hijo, y en la vuestra, predominan verduras, hortalizas, frutas y legumbres; comer carne, con las condiciones que os pongo a continuación, no tiene el por qué tener efectos negativos sobre la salud.
- Comer cantidades «moderadas» de carne, cualquier carne. (luego explico lo de moderadas)
- Limitar el consumo de carne roja (ternera, cordero, cerdo, cabra y caballo).
- Dejar los cárnicos procesados para consumo más ocasional (embutidos, salados, ahumados,…).
Si quieres saber más sigue leyendo.