Vuestro hij@ dormía bien, comía bien,… y con las vacaciones se ha alterado todo. Suele pasar. Ahora hay que ver cómo restablecer de la mejor manera posible sus buenos hábitos.
Durante el verano, en vacaciones, vuestro hij@ ha cambiado, o más bien ha perdido los hábitos de dormir y de comer. Como no va a la guardería, pasa más tiempo con los abuelos, los horarios no son iguales todos los días, o por lo que sea, se han perdido las rutinas de dormir y de comer.
Así que, vuestro hijo que antes se dormía a una hora fija, ahora le cuesta coger el sueño. Vuestro bebé que antes del verano dormía plácidamente en su habitación, se ha acostumbrado a dormir con alguien; y claro, ahora no quiere dormir solo.
Antes comía bien, «a sus horas»…, y ahora cierra la boca, no quiere comer si no es con distracciones. O se ha hecho más selectivo comiendo. Seguramente durante el verano ha comido más veces estando por ahí, en la calle, con más distracciones, con más niños y gente alrededor. Y ahora en casa le resulta más «aburrido» comer. También se le habrá ofrecido más comida tipo papas, «gusanitos», helados,… en lugar de su comida habitual, y a deshoras. Y ahora no entiende porque hay que comer ciertas cosas y a ciertas horas.