Estos episodios de llanto, gritos y pataletas en los niños pequeños son una fase normal del desarrollo entre los 12 meses y los 3 años.
Cuando el niño quiere tener cierta autonomía y probar el mundo, no entiende y no acepta que algunas cosas no las puede hacer o no son posibles. El mundo tiene límites físicos y la convivencia tiene límites de respeto y tolerancia. Los niños tienen que aprender esto, y también desarrollar lo que se llama «tolerancia para la frustración». También puede utilizar la rabieta para llamar la atención, sobre todo, si el niño ha visto que otras veces le ha funcionado.