Comer sano es lo que todos los padres deseáis que hagan vuestros hijos. Pero la realidad que vemos los pediatras día a día es algo diferente.
Si tenéis poco tiempo para leer id directamente al punto Uno.
A estas alturas muchas madres y padres estáis desconcertados por la enorme cantidad de información, -muchas veces contradictoria-, que hay sobre recomendaciones dietéticas, y saturados de escuchar la «alarma» por la «epidemia» de sobrepeso infantil. Lo cierto es que en la consulta encuentro muchos padres sobrepasados por la información y por intentar que sus hijos coman fruta, coman pescado,… Así que, muchos al final optan por: «con lo que me cuesta que coma algo, que coma lo que quiera, yo le intento dar un poco de todo y ya está», o por «total, los expertos hoy dicen una cosa y dentro de un mes otra…», y «además, no tengo el tiempo (ni me queda energía) para poder seguir todas las recomendaciones…», o «Ah, nuestro hijo no va tener ese problema, no come NADA».
Afirmaciones que parecen razonables en el contexto de la vida acelerada y del poco tiempo que tenemos todos, pero erróneas. Me explico.
Los niños puede que pongan «pegas» a la hora de comer ciertas cosas, pero a comer bien se enseña. Y no es tan difícil si se hacen las cosas bien desde el principio. Se puede resumir en una frase: