Para empezar, ¿es verdadero estreñimiento?… Para los padres un bebé que no defeca lo bastante es un motivo de preocupación, pero no siempre es un estreñimiento.
Entender el estreñimiento. Puntos clave:
- Estreñimiento es cuando el bebé hace deposiciones duras y que ocasionan molestias (independientemente de si hace 2 veces al día o una cada 2 o 3 días).
- La frecuencia y forma como defeca un bebé puede ser bastante variable de unos a otros. Lo más habitual suele ser:
- En el lactante que toma lactancia materna, las heces suelen ser muy blandas o líquidas (no es diarrea) y frecuentes (con cada toma hacen), en las primeras semanas. Pasadas esas primeras semanas, va a ir espaciando las deposiciones, de manera que puede hacer desde 1-2 veces al día, hasta una vez cada varios días.
- El lactante con lactancia artificial, tiende a hacer menos veces al día, desde 2-3 deposiciones al día hasta una cada 2-3 días.
- El reflejo gastro-cólico, que es un movimiento automático del tubo digestivo que hace cuando entra comida en el estómago se empieza a mover el colon para vaciar su contenido, y «hacer sitio» en el abdomen. Este reflejo muy útil en bebés por el tamaño pequeño de su abdomen, se va perdiendo con la edad.
- Pseudoestreñimiento o «falso estreñimiento». Cuando el lactante está varios días sin defecar (hasta 7-8 días si está con lactancia materna), pero no está molesto, come bien y cuando defeca la consistencia es normal y sin dolor, no es estreñimiento, es normal. En este caso lo que sucede es que el único alimento que toma es la leche, que deja muy poco residuo y si su aparato digestivo aprovecha todo lo que puede de la leche, llega muy poco al recto; por lo que el bebé no defeca porque no tiene casi nada que expulsar.
- Pero con este «falso estreñimiento» también se puede dar la situación de que el lactante esté molesto, sobre todo después las tomas, a ratos parece que hace fuerza y «gruñe», y muchas veces no consigue defecar, pero cuando lo hace las heces no son duras. En estos casos si está varios días sin hacer estará cada vez más molesto. En estos bebés lo que sucede es que hay una cierta descoordinación (por inmadurez) entre el movimiento de su tubo digestivo y la apertura del esfínter anal (el anillo muscular que cierra el ano), con lo que no consigue defecar con facilidad. La postura en la que está un bebé, casi siempre en horizontal, tampoco ayuda.
¿Qué se puede hacer?
Aquí nos podemos encontrar varias situaciones:
1. El lactante que defeca cada varios días, pero la consistencia de las heces es normal, no tiene molestias, come bien,… en este caso NO hay que hacer nada.
2. El lactante con un «falso estreñimiento» pero que está molesto se le puede ayudar. Para ello, cuando se le nota haciendo fuerza, se le puede hacer masaje de barriga con la mano, o mejorar la postura de evacuar plegándole las piernas sobre el abdomen,… y en ocasiones dilatando el esfínter anal, para lo que se puede usar un microenema de glicerina, un supositorio de glicerina o simplemente el termómetro lubricado con vaselina (basta con introducirlo 1 cm o así). No es cierto lo que se suele decir que al estimularlo en el ano hace que se «acostumbre» y no podrá defecar de otra manera. Cuando el intestino va mejorando su coordinación el problema desaparece y no influye el que lo hayamos estimulado. ¿Se puede hacer esto muy a menudo?, lo lógico es hacerlo sólo cuando el bebé está realmente molesto.
3. En el lactante con verdadero estreñimiento, que hace heces duras y con molestias:
- Si tiene menos de 4-5 semanas de vida consultar al pediatra siempre.
- Si tiene más de un mes de edad lo primero es intentar que tome más líquido, y el mejor líquido que pueden tomar a esta edad es la leche; así que probar a ofrecerle más leche (tanto si es pecho como si es biberón), así también se aprovecha el reflejo gastro-cólico. También se le puede ofrecer más líquido en forma de agua, infusión o zumo de fruta; pero en pequeñas cantidades, que no interfiera con las tomas y si está tomando pecho se le da con cucharita o vasito (no con biberón). La fruta tiene algo de azúcar que al no absorberse bien a esta edad, retiene más agua en el intestino y contribuye a que las deposiciones sean menos duras. Importante: NO darle otra cosa que no sea leche si lo que tiene es hambre.
- Microenema de glicerina, que ayuda a ablandar y lubricar las heces que hay en el recto.
- En algunos niños un probiótico puede ayudar.
En casos de estreñimiento persistente, o molestias importantes con la defecación, o que estas molestias interfieran con las tomas, lo mejor es que consultéis con vuestro pediatra.
Un par de consideraciones más:
- En el bebé con lactancia materna, lo que la madre come no se ha demostrado que influya en las heces del lactante. Sí que pueden influir algunos fármacos.
- En el bebé con lactancia artificial, la leche sí que puede influir en las deposiciones del lactante, pero como no conviene hacer cambios de leche si no están justificados, debéis valorar con vuestro pediatra la posibilidad de cambiar la leche.