Cuando un niñ@ moja la cama por la noche, pero ya controla durante el día, lo llamamos enuresis nocturna. Es frecuente, lo padecen alrededor del 10 % de los niños de 6 años pero los padres no lo suelen comentar. Sigue habiendo una cierta «vergüenza» a reconocer que su hijo se hace pis en la cama todavía !
Para empezar, no hay nada de qué avergonzarse, y muchas veces es más un problema de los padres que del niño.
Hay que distinguir dos tipos de enuresis:
- El niño con ENURESIS NOCTURNA como único síntoma, sin otras alteraciones, que controla perfectamente durante el día, y que nunca ha llegado a controlar por la noche. Es lo que se llama enuresis nocturna primaria monosintomática.
- El niño con ENURESIS NOCTURNA que además presenta otros síntomas como molestias al orinar, escapes durante el día, escapes de heces, apneas del sueño, etc. O el niño que vuelve a hacerse pis por la noche después de haber controlado durante al menos 6 meses (a ésta se le llama enuresis secundaria).
PUNTOS CLAVE:
Esto es aplicable sobre todo a los niños con enuresis nocturna sin otros síntomas.
- La enuresis nocturna es «normal» hasta los 6 años, y más allá de esa edad casi nunca es un problema de salud, es más bien una «variante de la normalidad» (lo que significa que cada niño madura de una manera). Lo que hacen la mayoría de los niños es lo que se define como «normal» (o sea, es un concepto más bien estadístico), pero algunos niños pueden tener un patrón diferente.
- No es culpa de nadie. No se produce porque el niño sea más «torpe», muy «despistado», o más «infantil»,… Y tampoco es culpa vuestra, no se debe a que no le hayáis sabido quitar el pañal a tiempo.
- Por la tanto, no hay que reñir ni culpabilizar al niño, porque no tiene un control sobre ello.
- En muchos casos se resuelve por sí mismo con el tiempo.
- No se hace ningún tratamiento antes de los 7 años, y en la mayoría de casos es mejor esperar a los 8-9 años.
- Se plantea algún tratamiento cuando empieza a preocupar al niño (o a los padres) y/o porque repercute en temas sociales (quedarse a dormir en casa de un amigo, o salidas de campamento,…). Por otro lado, la mayoría de los niños lo llevan bien si los padres lo ven como algo natural y no le riñen ni le culpan.
No obstante, siempre cabe preguntarse: ¿Hay que tratar un «problema» que se va a resolver espontáneamente en algún momento? Aquí puede haber opiniones para todos los gustos. En mi opinión no hay que tener un criterio rígido, es importante:
«valorar cada caso, y teniendo en cuenta las circunstancias del niño y la familia, ver y decidir qué hacer y cuándo.«
La enuresis nocturna es uno de esos temas en los que más se debe individualizar el manejo. El pediatra y la familia deben valorar las opciones y ver que es lo qué puede ir mejor en ese niño y en esa familia.
¿Por qué se produce la enuresis nocturna?
Hay tres factores importantes que hacen que un niño no contenga la orina por la noche:
- Mayor producción de orina por la noche. Algunos niños con enuresis nocturna, producen menos hormona antidiurética (ADH) por la noche (esta hormona tiene un patrón de secreción a lo largo de las 24 horas, de manera que se secreta más ADH por la noche, para que se produzca menos orina). A algunos padres de niños con enuresis os llama la atención la gran cantidad que orinan por la noche
- Incapacidad para despertarse con el estímulo de vejiga llena. Suelen ser niños con fases de sueño muy profundo y la «señal» de vejiga llena no les despierta. Esto es algo que los padres también observáis muchas veces, como resulta casi imposible despertar a vuestro hijo para que se levante a hacer pis.
- Escasa capacidad de la vejiga urinaria, que además se asocia a veces a contracción involuntaria de la misma. En estos casos se puede observar que durante el día tiene que orinar bastante a menudo porque el niño no le cabe mucha orina en la vejiga.
En muchos niños con enuresis nocturna confluye más de un factor, sobre todo los dos primeros. Hay que valorar en cada caso que factores influyen.
Tiene un componente hereditario. Muchas veces el padre o la madre también mojaban la cama, pero es posible que ninguno de los dos lo haya dicho o lo reconozca. Insisto, no hay motivo para avergonzarse, y saber a qué edad la madre o el padre empezaron a controlar por la noche, puede ayudar a tomar la decisión de si tratar y cuando tratar.
En el caso de la enuresis nocturna asociada a otros síntomas hay que valorar otras causas.
En la enuresis secundaria: cuando un niño que ya controlaba vuelve a mojar la cama hay que buscar un desencadenante. En estos casos es bastante frecuente que la causa sea de tipo psico-emocional (nacimiento de un hermanito, problemas en el colegio, separación de los padres,…); aunque también habrá que descarta el inicio de alguna enfermedad.
¿Qué hacer?
Si el niño tiene una enuresis nocturna primaria (no ha controlado nunca por la noche), no tiene otros síntomas y tiene menos de 7 años no hay que hacer nada. A partir de esta edad podéis consultar un posible tratamiento con vuestro pediatra; aunque para la mayoría de niños no van a precisar tratamiento antes de los 8-9 años.
A partir de los 8-9 años de edad se puede valorar, si el niño empieza a estar «incomodo» con el tema y la familia quiere, ver las opciones y ver la estrategia más adecuada para ese niño y esa familia.
El niño con enuresis asociada a algún síntoma, como: escapes durante el día, molestias al orinar, cambios en la cantidad y frecuencia de la orina durante el día, cualquier síntoma neurológico, estreñimiento, apneas del sueño, y el niño con enuresis secundaria, debe ser valorado siempre por el pediatra tenga la edad que tenga.