La respuesta es obvia:
Para protegerlos de enfermedades infecciosas graves.
Pero, ¿Son necesarias tantas vacunas?, ¿Por qué hay que ponerle todas a la vez?, ¿Son seguras las vacunas?,…
*(Para aquellos padres que de entrada creen que no deben vacunar a sus hijos, les recomiendo que empiecen por el penúltimo párrafo)*
Como padres, queriendo lo mejor para vuestro hijo, seguro que os habéis planteado algunas preguntas en relación a las vacunas.
Desgraciadamente, con los bulos por internet, y una cierta moda por lo «natural», a veces se cuestiona la necesidad de vacunar a los niños. O peor aún, se acusa a las vacunas de algunos males de forma totalmente infundada.
Puntos clave:
- Las vacunas, junto con la potabilización del agua, es de las medidas en salud pública que más vidas ha salvado y más ha contribuido a mejorar los niveles de salud, salud infantil sobre todo, de la historia de la humanidad.
En los países más desarrollados se olvida con facilidad como morían (siguen muriendo en otros países) niños de difteria o tosferina, o como los niños quedaban paralizados por la polio. Más recientemente, olvidamos las muertes y las terribles secuelas de la meningitis causada por Haemophilus, hasta la llegada de una vacuna en los años 90 contra esta bacteria, que ha hecho que haya desaparecido casi totalmente esta infección. Son sólo algunos ejemplos. - Las vacunas son de los productos sanitarios que requieren un control más estricto previo a su autorización, y posteriormente a ella, siguen sometidos a una vigilancia estrecha y permanente.
Cualquier notificación de un efecto que pueda estar en relación con una vacuna se investiga exhaustivamente hasta confirmar o descartar su relación con la vacuna. Si se confirma la relación de un efecto grave con la vacuna, ésta se retira. Sucedió, por ejemplo, con las primeras vacunas del Rotavirus en los años 90. - Nadie niega ni oculta que las vacunas pueden tener efectos secundarios. Se pueden leer en el prospecto de la vacuna. La ficha técnica de cada vacuna es accesible además para cualquier persona que la quiera consultar. Se pueden encontrar en la página web de la AEMPS (Agencia española de medicamentos y productos sanitarios) o de la AEP (Asociación española de pediatría). En la ficha técnica se detalla cualquier posible efecto adverso, aunque sea extraordinariamente raro, pero que se haya relacionado con la administración de la vacuna.
- A los padres puede causaros mucho desasosiego leer todos esos posibles efectos secundarios, pero a este respecto me gustaría puntualizar:
- Los beneficios superan con mucho los posibles efectos adversos.
- La gran mayoría de estos efectos son leves y poco frecuentes.
- Los efectos más graves son muy muy poco frecuentes. Desde luego, muchísimo menos frecuentes que las complicaciones de la enfermedad contra la que se vacuna. En algunos de ellos, dada su rareza, no se ha podido confirmar (ni descartar) con absoluta certeza su relación con la vacuna. Aun así, se hacen constar en ficha técnica para información de usuarios y profesionales, y para que se siga vigilando esa posible relación.
- El que coincidan dos hechos en el tiempo no significa automáticamente que uno causa el otro. Cuando existe un acto muy frecuente y que se aplica a casi toda la población, como es vacunar, es muy probable que ese acto coincida en el tiempo con otro, como el inicio de cualquier enfermedad. Pero esa coincidencia no significa que la vacunación lo haya causado. Lo que se vigila es si hay una mayor incidencia de la esperada de alguna enfermedad tras la introducción de una vacuna.
- Es muy fácil lanzar una alarma y sembrar la duda y el miedo a una o varias vacunas; pero es más difícil demostrar su falsedad, y es mucho más difícil aún quitar ese miedo.
Un ejemplo es la supuesta relación de la vacuna triple vírica con al Autismo. Relación hoy en día totalmente descartada*.*(Para aquellos interesados, lo explico con un poco de detalle para que veáis como funciona esto; pero os lo podéis saltar.
El diagnóstico del autismo y los llamados trastornos del espectro autista han ido en aumento desde los años 80 del pasado siglo. En los años 90, en un estudio mal hecho y con solo 12 casos (¡sólo 12 casos!!) se estableció una posible relación del autismo con la vacuna triple vírica (Sarampión-Rubeola-Paperas). El autor (Wakefield) reconoció que el estudio era insuficiente para sugerir tal relación y luego la revista científica que lo publicó lo retiró. No obstante, el tema no se abandonó, los antivacunas han seguido utilizándolo. Han sido necesarios estudios extensos (con millones de niños) y largos (y se han hecho muchos) para demostrar que NO existe ninguna relación entre la vacuna triple vírica y el autismo (aquí uno de los últimos estudios sobre este tema,), (aquí otro con más 600000 niños daneses). El autismo como tal era poco conocido para el público en general y para muchos médicos hace 30-40 años. El aumento del diagnóstico del autismo en los últimos 25 años se explica, en parte porque se ha difundido mucho más su conocimiento, tanto a nivel general como entre profesionales. Muchos niños que antes se «etiquetaban» de «problemas de conducta», de «retraso del desarrollo», etc., ahora se diagnostican de autismo y trastornos del espectro autista.
Tampoco existe relación con el Tiomersal, conservante de las vacunas, pero que ya hace años que no se utiliza, que era otra de las «teorías» que se esgrimía.)
¿Por qué hay que ponerle tantas a la vez?
- Pues fundamentalmente por motivos prácticos: muchas vacunas van agrupadas en una sola inyección, no hay que poner tantos pinchazos, y es más fácil de cumplir el calendario vacunal.
- ¿Puede un lactante con tantas vacunas? El recién nacido ya al nacer se enfrenta a bacterias, virus y hongos que están en la vagina de la madre, en el ambiente, en las manitas que se chupa,… cuando llega a los dos meses, edad habitual de la primera tanda de vacunas, ya se las ha tenido que ver con muchos tipos de microorganismos (cientos). Está perfectamente preparado para recibir esas vacunas (que además suelen ser de bacterias muertas o partes de las mismas).
¿Por qué se tiene que vacunar tan pronto?
- Las enfermedades de la que se vacuna son especialmente graves en lactantes pequeños, cuanto antes se le proteja mejor. Aunque algunas vacunas, como la triple vírica, haya que esperar a los 12 meses de edad, porque antes su eficacia es mucho menor.
¿Son todas necesarias?
- Todas son recomendables, tanto las que propone el Ministerio de Sanidad, o las propuestas por la Asociación Española de Pediatría. En base a la situación epidemiológica y a los nuevos datos sobre efectividad, estos calendarios se van modificando y adaptando anualmente como mínimo.
- Puede haber discrepancias técnicas o epidemiológicas, sobre si es necesario o no incluir alguna vacuna en un calendario, o en qué momento es más conveniente aplicarla.
- Conviene puntualizar que ninguna vacuna es obligatoria en España.
Para aquellos padres con dudas respecto a vacunar, y de que vacunar a sus hijos, recomiendo:
- Informarse bien en sitios con información fiable, contrastable y con referencias sólidas. Por ejemplo: comité de vacunas de la AEP, en la web del Centro europeo para la prevención y control de enfermedades (ECDC), o la de la OMS, o la de la Academia Americana de Pediatría (disponible en español).
- Mucho cuidado con la información que circula en Internet de grupos «antivacunas», o «alternativos», «naturistas» o similares: está muy manipulada, o carece de referencias contrastables, y a veces es directamente falsa e inventada (aunque puedan estar amparadas por algún «profesional alternativo»…), y muchas veces tienen detrás intereses comerciales (vender «sus productos»).
- Si quieren profundizar más en el tema recomiendo el libro del pediatra Carlos Gonzalez: «En defensa de las vacunas». De amena lectura, hace una exposición de los efectos beneficiosos de cada vacuna, de sus efectos adversos, desmontando con datos y referencias muy precisas muchas de las falacias de los «antivacunas».
- Preguntad a vuestro pediatra. Resolved todas vuestras dudas.
*Para aquellos padres que se decantan firmemente por no vacunar, probablemente no habrán llegado a leer hasta aquí, pero si por una de aquellas lo han hecho, sólo les recomendaría lo siguiente:*
- Echad un vistazo a los calendarios vacunales de cualquier país, sea una dictadura, sea islámico, sea comunista, sea asiático, sea europeo,… y veréis que son muy parecidos, con las diferencias lógicas de la situación epidemiológica y socioeconómica de cada país. Se pueden consultar en la respectiva web del ministerio de sanidad de cada país, (Irán, por ejemplo); para los países europeos más fácilmente aquí.
Ahora preguntaos: ¿de verdad creéis que todos los países están equivocados?, o ¿todos confabulados con las multinacionales farmacéuticas? - ¿Por qué los antivacunas dan más peso a la opinión de algunos «profesionales alternativos», y algún pequeño estudio mal hecho, frente a miles y miles de estudios serios, de muy diverso origen y perfectamente verificables?
Por último, me gustaría terminar con una anécdota personal. Hace unos años tuve en la consulta unos padres muy meticulosos con todo lo relacionado con la salud de sus hijos. Muy informados, según ellos, de «todos» los aspectos, eran totalmente antivacunas. No querían poner ninguna vacuna a sus dos hijos (de 3 y 6 años). Su argumento principal era que «como todo el mundo sabe» las vacunas tienen efectos muy perjudiciales, aunque admitían que poco frecuentes. Un día coincidí con ellos en un semáforo (yo en mi coche, ellos en el suyo) y vi como sus hijos que iban en el asiento de atrás, estaban sin el cinturón de seguridad abrochado. La verdad es que me sorprendió en estos padres. La vez siguiente que vinieron a la consulta les pregunté si no les parecía poco prudente el hecho de que sus hijos fuesen sin cinturón de seguridad puesto en el coche. Su respuesta fue la siguiente: «no se lo abrochamos casi nunca,… es que ellos no se lo quieren poner,…». Y la mía: «¿Habéis comparado el riesgo de ir sin cinturón frente al de un efecto secundario grave de la vacunación?»… aún estoy esperando su respuesta.
Actualizado: abril 2022
Algunas fuentes de información:
Manual de vacunas en línea de la AEP.
Australian Immunisation Handbook
European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC): Immunisation and vaccines
Gonzalez, Carlos (2011). En defensa de las vacunas. Espasa